Los dinosaurios habitaron durante el Mesozoico, que se divide en tres periodos bien diferenciados. Durante esta era, Pangea se fragmentaba, aumentaba el nivel del mar y comenzaron a surgir las primeras plantas con flor y fruto.
DIARIO DEL HUILA, HISTORIA
Todo lo que conocemos sobre los dinosaurios lo sabemos por los fósiles que dejaron, pero ¿qué conocemos sobre su ecosistema? ¿qué aspecto tenía el lugar donde habitaban los dinosaurios?
Los dinosaurios vivieron en la Tierra hace unos 150 millones de años y las condiciones de su hábitat eran muy diferentes de las de los animales con los que convivimos en la actualidad. La vegetación también ha evolucionado y el clima ha cambiado, dando lugar a un paisaje totalmente distinto.
Cuando los dinosaurios dominaban la Tierra
El Mesozoico es la era de los dinosaurios. Ocurrió hace unos 250 millones de años y durante ese periodo Pangea comenzaba su desfragmentación, el fenómeno que explica que los continentes se hayan desplazado gradualmente hasta lo que conocemos hoy en día. El Mesozoico se divide en tres periodos:
Triásico. La época de los desiertos y las evaporitas.
Jurásico. El auge de los grandes reptiles, los dinosaurios.
Cretácico. A final de este periodo tiene lugar la gran extinción de los dinosaurios.
Durante estos periodos los animales, el clima y el paisaje fueron cambiando de aspecto y empezaron a surgir nuevas especies. Los dinosaurios aparecieron en el Triásico tardío, dominaron el Jurásico y desaparecieron al final del Cretácico.
El Triásico seco y caluroso
Debido a la unidad de los continentes entre sí, gran parte de las tierras que formaban Pangea estaban alejadas del océano formando el supercontinente.
Las grandes masas de agua actúan como un regulador de la temperatura en el planeta. Esto quiere decir que, en las tierras interiores, las temperaturas eran extremas y se formaron extensas zonas desérticas, mientras que, en las zonas costeras, las temperaturas mantenían una menor variación.
Las esporas y los granos de polen fosilizados nos aportan datos del tipo de plantas más abundantes. Al principio del período Triásico, la flora que predominaba eran los helechos y las plantas gimnospermas.
En las zonas más húmedas se desarrollaron los helechos, aunque predominaban sobre todo las coníferas y palmeras.
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Los bosques del Jurásico
El nivel del mar comenzó a subir durante el Jurásico y muchas zonas costeras quedaron inundadas. Pangea comenzó a separarse en fragmentos más pequeños, con lo que aumentó la superficie en contacto con el océano.
La temperatura continuó aumentando pero comenzó a estabilizarse. Con la proximidad del agua también aumentó la humedad, disminuyeron los desiertos y hubo un gran incremento de la vegetación.
El clima más húmedo propició los bosques de grandes coníferas y abundantes helechos, sobre todo en las latitudes altas.
Seguían dominando el paisaje las plantas gimnospermas con coníferas y ginkgos. Aquí proliferaron las distintas especies de dinosaurios y las aves prehistóricas: los pterosaurios surcaban los cielos.
El Cretácico y las primeras plantas con flor y fruto
El nivel del mar siguió subiendo en el Cretácico, inundando casi un tercio de la superficie terrestre e incrementando las zonas con influencia del mar.
De esta forma, el calor se distribuyó hacia el norte gracias a las corrientes marinas, propiciando un clima global suave y cálido.
Las temperaturas no debieron ser muy diferentes del Triásico y el Jurásico, pero el gradiente de temperatura entre los polos y el ecuador no era tan acuciado.
Esta homogeneidad de temperaturas produjo que las corrientes de aire amainaran y las corrientes oceánicas se redujeran. Los sedimentos marinos nos hacen pensar que los océanos estaban más estancados que hoy en día.
Pangea seguía su proceso de fragmentación y el resultado de esta división fueron las masas de tierra aisladas que forman los continentes en la actualidad.
Esta separación produjo el aislamiento de los continentes y el desarrollo de fauna y flora endémica, hasta generar gran parte de la diversidad de la vida terrestre.
A finales del Triásico y comienzos del Cretácico surgieron las primeras plantas angiospermas con flor y fruto. Durante este periodo, el número de angiospermas creció y superó en gran proporción a las gimnospermas.
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