El incidente ocurrió mientras se hacían planes para aprobar un préstamo de $80 mil millones para completar los proyectos de construcción de la institución. Para detener la pelea, los compañeros de trabajo de los corporados tuvieron que separarlos.
En una mesa de participación en la escuela Dámaso Zapata donde se discutía la aprobación de obras de infraestructura para esa institución, dos concejales de Bucaramanga estuvieron a punto de intercambiar golpes. El intercambio entre los concejales Wilson Ramírez de Cambio Radical y Antonio Sanabria de la Liga de Gobernantes Anticorrupción, que se dio frente a otros concejales, docentes y hasta estudiantes.
Mientras Saharay Rojas, funcionaria de la Alcaldía de Bucaramanga, intentaba calmar la situación, Sanabria le respondió a Ramírez durante la conversación y hasta le propinó una bofetada.
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El diario Vanguardia de Bucaramanga citó a uno de los concejales presentes en la reunión diciendo que los desacuerdos comenzaron durante la discusión luego de que el rector de la escuela presentara 16 requisitos para las obra. “Escuchamos y hubo inconsistencias. Todos tienen un cargo, según la corporación.
El mismo concejal de Sanabria aseguró que las desavenencias comenzaron cuando Saharay Rojas propuso un préstamo de $80 mil millones para poder terminar los proyectos escolares en medio de la reunión. El concejal aseguró que si bien el proyecto de acuerdo aún no se presentó ni tiene oradores, el titular de la Gobernación quiso obligar a las corporaciones presentes a votar a favor.
El representante de la Alcaldía de Bucaramanga habría propuesto: “Es que ya que están los concejales quiero que se comprometan si votan positivo o negativo”. El concejal Sanabria ha hablado primero. Pronunció un discurso político en el que afirmó y declaró que su voto sería favorable. A lo que el otro concejal respondió: «Manito quiere tanto a la escuela, nunca lo vi haciendo política por aquí», indagó la corporación lo que llevo al concejal Ramírez a agitarse y comenzó a discutir.
Sin embargo, el corporado desmintió que la jefa de Gobernanza quisiera comprometer a los concejales presentes con el voto positivo para dicho endeudamiento.
