Así lo señaló el Papa Francisco tras ser consultado frente a la realidad que vive esta población, que es perseguida y criminalizada. Según el sumo pontífice “todos son hijos de Dios. Dios les quiere, Dios los acompaña”.
De manera enfática, el máximo representante de la iglesia católica, se refirió a la persecución que sufren los homosexuales, especialmente en algunos países africanos.
Según el Papa Francisco esta práctica es un pecado. “La criminalización de los homosexuales es una injusticia y un pecado. No hay que dejarlo pasar”. A su vez, reiteró que “si una persona es de tendencia homosexual y creyente y busca a Dios. ¿Quién soy yo para juzgarlo?”.
El monarca en el pasado ha sido noticia por sus declaraciones en apoyo a esta comunidad, la cual según el mismo afronta una compleja realidad. “He dicho que la criminalización de la homosexualidad es un problema que no hay que dejar pasar. Creo que el cálculo es de cerca de 50 países que de un modo u otro los criminalizan, algunos dicen que son incluso más, y algunos de estos, unos 10, tienen incluso la pena de muerte para los homosexuales. Esto no es justo”, puntualizó.
Finalmente el Papa, indicó que desde la iglesia católica, se ha venido compartiendo el mensaje en que ninguna persona debe ser juzgada por su condición sexual. “Yo hablo de personas y en el catecismo de la Iglesia ya se dice que nadie debe ser marginado”, finalizó.