Ayer, el presidente Daniel Noboa anunció la declaración de estado de excepción en Ecuador, en respuesta a lo que denominó como «conmoción interna» debido al creciente aumento de la criminalidad y la violencia tanto en las calles como en los centros penitenciarios del país.
La decisión surge a raíz de la fuga del presunto líder de «Los Choneros», Adolfo Macías, alias «Fito», este fin de semana.
El estado de excepción concede a las Fuerzas Armadas la autoridad para actuar en apoyo a la Policía, especialmente en el control de la seguridad en cárceles, una medida que ya se ha implementado en situaciones anteriores.
«Apenas he firmado el decreto de estado de excepción para respaldar plenamente a las Fuerzas Armadas en su actuación», afirmó Noboa en un comunicado compartido a través de Instagram.
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La medida, válida por 60 días, otorga a Noboa, la capacidad de desplegar a los militares en las calles y permitir su ingreso a las cárceles, alegando una «grave conmoción interna» en la nación, así como la facultad de suspender derechos ciudadanos.
En un desarrollo adicional, las autoridades informaron este martes que Fabricio Colón Pico, alias ‘capitán Pico’, detenido recientemente por amenazar con asesinar a la fiscal general, Diana Salazar, se ha fugado de la prisión de Riobamba. La Policía de Ecuador confirmó la fuga de otros 38 internos junto a Pico de la misma prisión en la provincia de Chimborazo, en el centro del país.
Frente al repunte de violencia e inseguridad en Ecuador, el presidente Noboa ha decretado además un toque de queda nocturno desde las 11:00 p. m. hasta las 5:00 a. m. Paralelamente, el alcalde de Quito, Pabel Muñoz, ha solicitado la militarización de instalaciones estratégicas en la capital, marcando una respuesta integral ante la compleja situación que enfrenta el país.
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