DIARIO DEL HUILA, REGIONAL
Por: Johan Eduardo Rojas López
Varias distinciones, reconocimientos y agradecimientos embargan hoy la vida de Edison Yamil Salcedo Caicedo, un “hijo del Estado” que tras vivenciar toda clase de maltratos en su infancia, ha logrado cambiar el paradigma social y hoy es un ejemplo de superación absoluta.
Una historia como pocas o quizás como muchas, con la gran diferencia de que el transcurrir no lo victimiza, por el contrario, lo incentiva a inspirar a los demás. Edison Yamil Salcedo Caicedo, es un joven de 27 años, que nació en una familia disfuncional y que pese a enfrentarse con la realidad del mundo, hoy la abraza y construye su futuro.
Actualmente, es estudiante de Derecho de la Universidad Cooperativa de Colombia, beneficiario del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, embajador de jóvenes de Nación y Paz a nivel mundial, voluntario de la ONU en continente colombiano, miembro activo del consejo directivo del ‘Técnico Superior’, practicante jurídico de la Asociación de Cooperativas y Empresas Solidarias del Huila Ascoop. Asimismo, desea hacer una especialización en derecho de familia y menores, en un futuro.
Su descripción es amplia, casi tanto como la historia de vida que le ha servido para fortalecer su carácter y focalizar sus sueños. El joven huilense de corazón, pero de sangre caleña, ha tenido que enfrentarse crudamente con el maltrato, abandono, humillación y discriminación, situación que vivió durante sus primeros años de vida y que gracias al ICBF logró transformar.
Edison Yamil Salcedo Caicedo, en primicia para el Diario Del Huila, manifestó que, “Me vine para Neiva por el abandono de mis padres, discriminación y maltrato de mis abuelos paternos, de lo cual dieron situaciones para que me vinculara al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar recibiendo la protección por medio del Estado y por el instituto un hogar sustituto. Todos los episodios los viví a la edad de 5 años por medio de una familia disfuncional.”
La entrada al ICBF fue de manera casi voluntaria porque, según sus palabras, estaba a punto de tocar fondo a raíz de que la situación en su casa se tornaba peligrosa. Todo era muy caótico, tenía que comer desperdicios de la casa, recibía golpes por su color de piel y era humillado por varios de sus familiares.
“Yo hice parte del ICBF a los 5 años en Neiva. Todos a raíz de un programa que se presentó en Neiva en su momento que se llamaba ‘Proyectar’. Mi abuelo viera la oportunidad de vincularme al programa y tener una conexión con el ICBF y ya al ir a todas las actividades, empecé a contar lo que vivía para ese momento. Eso conllevo a que el programa enviará copias al instituto y ellos brindaran la oportunidad de darme protección por los derechos vulnerados en su momento”, dijo.
Fue exactamente el 2 de marzo del 2001, el día que la entidad del Estado le brindó medida de protección provisional y desde ese momento llegó a Neiva con la convicción de que esos ‘ángeles’ como él los denomina, le transformarían su vida.
Posteriormente, pasó a un hogar sustituto que recuerda con cariño, pues fue allí donde se crio, exploró, aprendió y fue aceptado tal cual es, por eso, el agradecimiento sobrepasa su sentir. Tras ocho años, ingresó el 29 de septiembre del 2006 al ‘Fondo de protección infantil de Neiva’ ‘Alberge infantil Mercedes Perdomo de Liévano’, una fundación de la ciudad que le brinde más oportunidades, opciones de ver el mundo y orientación para proyectar sus metas en materia de la abogacía.
Por tanto, señaló que, “Por esa familia hoy en día soy el profesional que soy, en gran medida, gracias al apoyo de esa persona que se encargó de mi por casi ocho años en hogar sustituto. Desde la edad de 9 años quería ser abogado, sin saber que era el derecho y de ahí para allá me crie en ese ámbito y fue impulsado por el hogar sustituto. Luego fui puliendo el tema hasta llegar a las bases que tengo hoy como un futuro abogado, servicial y constructor de los derechos de las personas que los tienen vulnerados”.
Para él, al igual que los otros hijos del estado, los hogares sustitutos son un hogar familiar que les brinda herramientas de protección y calor humano, que no les ofrecieron sus familias biológicas. Es así como estos escenarios vienen acompañados de personas que se encargan de orientar y dirigir aquellos niños que tienen sus derechos vulnerados. Claramente, salir de su primer hogar sustituto fue muy difícil porque extrañaba todo lo vivido y tenía que acoplarse para ese momento a otros operadores totalmente diferentes. Sin embargo, el cambio se dio porque su madre sustituta se encontraba en una situación delicada de salud.
A su familia biológica la conoció hace 5 años en una visita que hizo a Cali, no obstante, nuevamente la comunicación se ha perdido, pero no descarta más adelante unir vínculos familiares y ayudar a sus parientes a seguir el rumbo que se necesita para contribuir a ese núcleo social. En el momento, tiene 5 hermanos, quienes sí viven con sus padres en su ciudad natal y con esto él les demuestra que es más fuerte de lo que todos creían.
“Esta situación me toco solo vivirla y padecerla sólo a mí, para sentirme orgulloso de la persona que soy hoy en día. A mí me tocó ser abandonado, humillado, discriminado y maltratado por la familia, pero a pesar de eso demostrarle que uno encuentra otras personas que se convierten en familia y que lo apoyan en todos los contextos de la vida para ser la persona que es. En mi corazón no existe rencor, yo les doy gracias por haberme abandonado, porque si estuviera en el contexto familiar no sería la persona que soy hoy en día.”, mencionó.
Un horizonte
El ICBF brinda oportunidades a los jóvenes que aprovechan su proceso de formación al interior de sus instalaciones. También, brinda oportunidades artísticas, deportivas y guían los procesos contextuales para proyectarlos como personas.
El Embajador de Jóvenes de Nación y Paz a nivel mundial, aseveró que, “El ICBF brinda educación, da carrera universitaria la que quería y donde quiera totalmente gratis, le brinda cuota de sostenimiento, le brinda protección a aquellos jóvenes que continúan bajo la medida de adoptabilidad del instituto colombiano cuando ya son mayores de edad. En el bienestar uno no tiene nada más que hacer, sino que estudiar y eso permite que incursionamos en la vida universitaria y más adelante servirle al país y al mundo, con las mismas herramientas con las que el ICBF nos involucró”.
La caducidad de la declaración de adoptabilidad se pierde en el momento en que un joven decide retirarse de su proceso con la entidad. En este sentido, lo importante es que brinda herramientas u orientación a la vida laboral, siempre y cuando sus carreras sean afines con el instituto, lo que significa, que ellos se pueden vincular con el instituto.
“Dios y la vida me dio la oportunidad de vincularme a esta entidad que tanto me ha servido para formarme, servir, ayudar y apoyar. A pesar de mi situación, con esta historia de vida le he demostrado al mundo que se vale la pena soñar, persistir, resistir y seguir las metas que se tiene en la vida, no necesita uno el dinero, tener lujos, sino ser constantes con nuestros sueños.”, comentó.
Actualmente, EdisonYamil Salcedo Caicedo sigue vinculado al Instituto de Bienestar Familiar, en la modalidad de adopción y continúa teniendo el apoyo total. Hace tres meses ingresó a un nuevo hogar sustituto bajo.
El próximo presidente de la república
Hace poco la Alcaldía de Neiva le hizo un reconocimiento a la condecoraciónpor todas las labores sociales que adelanta en el territorio, pues ejecuta más de seis campañas y estrategias que buscan favorecer a diversos sectores sociales. De esta manera, recalca que hay que saber afrontar la vida de forma resiliente porque a pesar de las adversidades hay segundas oportunidades.
“Los reconocimientos que uno recibe son el pie para seguir ayudando. Yo agradezco esas distinciones. Mi proyecto de vida es tener una familia, sin hijos, ser presidente de la república y quiero involucrarme en todas las ONG que presten servicios sociales a todas las comunidades marginadas y desprotegidas de todo el mundo. Asimismo, seguir estudiando y afianzar mi carrera, siendo un maestrante del derecho civil para seguir contribuyendo a la población Colombia”, ahondó.
Así es, aspira a ser presidente y empezar su camino desde el Concejo de Neiva, saltar a la alcaldía y de ahí en adelante postularse como candidato a todos esos estamentos políticos que hoy están en Colombia.
Frente a sus estudios universitarios, deja claro que hoy en día se ve la negatividad hasta en las universidades públicas para que los hijos del estado entren a estudiar. Eso le pasó a él en una universidad de la región, en la que no fue recibido.
“La vida universitaria del instituto es difícil porque usted tiene que dejar atrás amigos, fiestas, muchas cosas que un joven desea en su adolescencia, pero lo importante de esto es que mientras se tenga un proyecto de vida definido, a pesar de las dificultades y adversidades que se presenten en la vida, uno debe seguir adelante.”, sostuvo el joven.
Asimismo, detalló que hay algunas entidades que no les brindan oportunidades a los jóvenes que ya egresan del sistema siendo profesionales. Por eso, enfatizó en que, “Creo que es una obligación oportuna para que esos jóvenes que han salido del instituto tengan una oportunidad de trabajar porque creo que nosotros desde nuestra situación de vida somos un aporte para todas las empresas y contextos. Vale la pena que esos jóvenes tengan hoy una oportunidad para seguir triunfando y mostrarle al mundo que son jóvenes inspiradores para otros.”
Y en efecto, “los hijos del Estado”, como son llamados aquellos niños a quienes no logran ser adoptados, son un modelo a seguir y referentes para la comunidad, porque son precisamente, esas personas que no tuvieron oportunidades en la vida, quienes ahora brindan oportunidades a aquellos que sí las tuvieron y no las aprovecharon. Entonces, hoy todos esos jóvenes son ejemplos sociales.
Por ahora, expresó su agradecimiento al ICBF, pero los invita a crear una casa universitaria para los jóvenes mayores de edad que continúen en la entidad. El ICBF es la familia que se ha convertido en su motor de vida e impulso, porque allí, le han brindado herramientas, oportunidades y opciones para continuar con sus proyectos de vida.
Finalmente, él ha creado una nueva historia de vida para aportar algo a la sociedad y es completamente feliz con esta segunda oportunidad. Adicionalmente, invita a los colombianos a que adopten sin poner hincapié o condiciones, tal cual, lo hacen los extranjeros.