Proyectémonos paran el futuro
Estamos a un año y 12 días para que los huilenses elijamos al primer mandatario de los huilenses y a los 37 alcaldes del Huila, lo cual exige que exista una madurez electoral del constituyente primario para escoger a los mejores exponentes de los dirigentes que se atrevan a colocar su nombre a consideración del electorado. Los funcionarios electos tendrán grandes retos para mejorar las condiciones de vida de los huilenses, en medio de la profunda crisis social, económica y política en que se encuentra sumida la sociedad colombiana. Un país totalmente polarizado por el accionar del actual gobierno, que han generado temores por las iniciativas que ha planteado en solo dos meses de mandato, generando un inconformismo creciente por su actitud ideológica, cantos de sirena impregnado de populismo, que no ofrecen soluciones radicales a las verdaderas problemáticas que posee el país.
Los nuevos gobernantes no pueden caer en esos procesos discursivos, que no se ajustan a la verdadera macroeconomía. Deben ser creativos e innovadores para construir un modelo de un Plan de Desarrollo, que conjuguen todas las expectativas que presentan las comunidades en sus gobernantes elegidos. No podemos seguir generándoles falsas expectativas cuando depositan su voto en las urnas. Igualmente debemos emular el desarrollo de otras regiones que han aprovechado el potencial de recursos naturales que poseen. Alrededor de èstos han estructurado grandes proyectos de infraestructura que están permitiendo consolidar procesos sostenidos de generación de ingresos para la población y el Estado. No podemos seguir pensando en miniatura. Debemos cambiar los paradigmas que tenemos arraigados en la cultura opita.
Debemos vencer los miedos y temores que se presentan cuando se plantean dichas iniciativas que de una u otra forma, son necesarias para superar los niveles de pobreza que caracterizan a las familias huilenses. Si observamos a otras regiones del país, encontramos todo un tsunami de ideas que se han convertido en pequeñas, medianas y grandes empresas que cada vez se fortalecen por el talento humano que se posee en las regiones y que el Estado se convierte en el principal soporte para incentivarlos, a través de una verdadera planificación y construcción de una prospectiva de desarrollo para sus territorios. Así parezca un poco utópico, es indispensable que cámbienos de actitud mental.
Por este motivo, debemos invertir mucho en el fortalecimiento de los procesos de formación en el ámbito empresarial. Tomemos el ejemplo de Antioquia que es líder en el país. El Estado se ha comprometido a mejorar esta política pública, además de impulsar las vías de comunicación a los atractivos turísticos y con todo el entorno a nivel departamental y municipal. No podemos descuidar los anillos turísticos de las zonas arqueológicas del sur del departamento, turismo religioso, desierto de la Tatacoa, los cuales presentan un deterioro progresivo en sus vías de acceso.
