El fútbol es considerado el ‘mejor espectáculo del mundo’ por el número de seguidores que tiene en cada uno de los rincones de planta, sino porque alrededor de este deporte se congregan todas las personas sin ningún tipo de diferencia, es la mejor forma de unir fraternalmente al mundo.
Hoy Colombia enfrenta a su similar de Argentina, por una nueva fecha de las eliminatorias mundialistas, en la ciudad de Barranquilla, donde las autoridades locales autorizaron el ingreso de 10 mil personas al estadio Metropolitano, a diferencia de otros países de Suramérica, en donde por la pandemia de covid-19 los encuentros por eliminatorias se están jugando sin público.
Mientras el resto del país sigue registrando un alto número de casos y muertes por coronavirus, Barranquilla tiene una notable disminución, lo que llegó al Gobierno nacional a tomarla como ciudad piloto en el proceso de apertura y reactivación de la economía, muy afectada por la pandemia.
Sin embargo, así hoy el covid-19 no sea el ‘coco’ para los colombianos y los aficionados del fútbol, el mayor temor de las autoridades son los brotes de violencia que se pueden generar, producto de las manifestaciones que se han adelantado en el país los últimos 40 días, por lo que se está tratando de prevenir que durante el partido se repitan hechos como los ocurridos en Barranquilla el 12 de mayo en el encuentro entre Junior y el argentino River Plate y al día siguiente entre América y el brasileño Atlético Mineiro.
Estos partidos, correspondientes a la fase de grupos de la Copa Libertadores, se realizaron en medio de enfrentamientos en las afueras del estadio entre manifestantes y la fuerza pública. Los gases lacrimógenos llegaron hasta la cancha afectando a los jugadores y obligando en varias oportunidades a la suspensión de las acciones.
Con el lema ‘Si no hay paz, no hay fútbol’, quienes se oponen a la realización del partido pretenden visibilizar la situación de crisis que vive el país e incluso por redes cuestionan a los jugadores a quienes acusan de ser indiferentes ante la situación social de Colombia, por lo que se sabe que los manifestantes prepararon un plantón para las tres de la tarde de hoy.
Hasta dónde se deben mezclar las cosas, es un interrogante difícil de responder, pero si consideramos que no se deben confundir las cosas. Una cosa es la protesta ciudadana y otra convertir a la fuerza el espectáculo deportivo en un ‘campo de batalla’, porque los especialistas del balón, así sean también colombianos y se vean afectados por la crisis del país, en su actuar como deportistas su único objetivo es buscar lo mejor para Colombia, que es lo que buscan también los manifestantes, pero de manera distinta.
