Por: Harold Salamanca
De acuerdo con publicaciones de diferentes entidades nacionales, dentro de las que se destacan la realizadas por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), el Banco de la República y el Ministerio de Hacienda, la crisis generada por la COVID-19 en nuestro país durante el año 2020, produjo entre otras afectaciones económicas, la caída del producto interno bruto (PIB) en un 6,8%, cifra nunca vista en nuestra historia. De igual forma, provocó un incremento de 3,75 millones de personas desempleadas, y una caída en las exportaciones del 21,4%, que representó en términos reales, una disminución de USD$31.056 millones de dólares.
Además de lo anterior, las ventas del comercio minorista cayeron en un 7,8%, comparado con el mismo periodo del año 2019, sin mencionar el desplome en la confianza de industriales y empresarios, que, según una publicación de Fedesarrollo esta se ubicó en el -30,8%, valor más bajo alcanzado desde 1980. Por último, y para completar una vista rápida al panorama financiero nacional, el dólar ganó $218 en el mismo periodo, apoyado en los intríngulis del comercio internacional del petróleo.
Aunque el panorama descrito es desolador, hay variables económicas que vislumbran tendencias de esperanza y franca recuperación. Por un lado, la venta de vivienda, que para el año 2020, según cifras de Galería inmobiliaria alcanzaron ventas de 176.157 viviendas VIS y No Vis, récord histórico en este sector. En la misma senda, encontramos la cifra récord alcanzada por las remesas que envían los colombianos que viven en el exterior, pues tuvo un crecimiento del 2,5%, al pasar de USD$6.733,2 a USD$6.902,9 millones de dólares. Los resultados de estos dos sectores reafirman las cifras presentadas por nuestra economía en el tercer y cuarto trimestre del año 2020, donde la contracción económica se redujo al 9% y al 3,6% respectivamente, comparados con los mismos periodos del año anterior.
Para lograr salir de esta crisis, se requiere que todos pongamos, que el gobierno fortalezca sus políticas de vivienda, continuar con el estímulo del crédito, bajas tasas para financiar la operación del comercio y la industria, y de nuestra parte la obligación es cuidarnos y no confiarnos por la llegada de las vacunas, una nueva ola de contagios terminaría en toques de queda y cuarentenas que de nuevo afectarán la economía, y por supuesto nuestra salud. Por favor cuídese, y cuide a los demás.