Alfonso Vélez Jaramillo
Alegra y reconforta el vínculo sociológico de huilense al conocer que, por primera vez en muchos años, la totalidad de las fuerzas vivas del Departamento del Huila suscribieron un documento y se unieron en torno al Gobernador y al alcalde de Neiva, los dos cargos más importantes, solicitándole al presidente Gustavo Petro Urrego, de manera conjunta y sin egoísmos de algún tipo, se nombre a un huilense en la gerencia de la Federación de Cafeteros.
Muy justa, ejemplar, bien vista y bienvenida la unidad. Le piden de manera respetuosa al mandatario, que se tenga en cuenta a una persona de este departamento, sin dar nombre específico, para que dirija los destinos de esa institución.
Contrarios a los suspicaces, en el Huila SI hay personas con la capacidad académica, la formación en temas cafeteros, el conocimiento de las necesidades del campo y del mundo y, la experiencia para asumir esa responsabilidad nacional.
La petición sin referencias en la historia reciente fue elevada en un documento encabezado por el Gobernador Luis Enrique Dussán, firmado por el alcalde de Neiva Gorky Muñoz y los mandatarios de otros 20 municipios cafeteros del Huila, desde Aipe hasta San Agustín.
Inclusive, son signatarios la totalidad de los congresistas y ex congresistas huilenses, la mayoría de los diputados, los gremios económicos, como Camacol, Sociedad de Arquitectos, de Economistas, la Cámara de Comercio, Fenalco, Comité de Ganaderos, Cotelco, las universidades con asiento en esta zona del país.
Llama poderosamente la atención el apoyo unido de las fuerzas sociales, cuyas posiciones políticas de años atrás eran irreconciliables con las directivas estatales, como la CUT, el Consejo Regional Indígena, Afrocolombianos, organizaciones políticas, entre otros el Pacto Histórico, Colombia Humana, el Partido liberal, Partido Conservador, Cambio Radical, el Polo Democrático, la Alianza Verde, el Partido Comunista, la Unión Patriótica, e inclusive la iglesia católica a través del obispo Froilán Casas Ortiz.
En el documento fundamentan con cifras y estadísticas de la propia Federación, los aportes de este departamento a la economía y el desarrollo nacional, toda vez que desde hace 12 años el Huila es el mayor productor de café con el 18.13% del total nacional, por encima de Antioquia, Tolima, Cauca y el Eje Cafetero, que antes era el líder indiscutible en la producción del grano.
Para quien escribe, este documento es la manifestación más amplia y el ejemplo de unidad social sin individualismos jamás vista en el Huila, que debe resaltarse porque contrasta con las posiciones estrelladas a consecuencia de la peligrosa polarización que nos tiene a todos estancados, jalando cada uno para su lado con su propio interés.
Justa la posición del Huila que gracias al trabajo mancomunando, serio y armónico entre productores, los sectores público y privado y la institucionalidad cafetera sigue en el primer puesto en más de un década.
El Huila produce café de excelente calidad, reconocido en los eventos más importante del mundo, y deriva sus ingresos del grano en 35 de los 37 municipios, en los cuales la economía local y regional depende del café.
El café de Huila tiene “denominación de origen” desde hace 10 años, posee 145 mil hectáreas sembradas con palos de café en 100 mil predios y aproximadamente 83 mil familias derivan su sustento de esta actividad, generando además 101 mil empleos directos en la producción, recolección y su comercialización.
La mirada del mundo al Huila es visible con la producción de café y, el motivo adicional de esta columna es resaltar este entendimiento sin antecedentes en nuestro departamento, concibiendo que la llamada polarización es una ficción que debe ser derrotada trabajando unidos con un solo propósito:
Que el gobierno del presidente Petro, reconozca los aportes y la importancia de los huilenses, nombrando a un gerente del Huila, cuyo propósito debe ser llevar el café a lo más alto, e impulsar el salto del café de su economía pastoril a ser protagonista y ejemplo de desarrollo nacional, eso sí, sin egoísmos de alguna índole que si se puede.