Por: Ernesto Cardoso |
Existen frases populares que reflejan situaciones especificas de la realidad social. Una de ellas es “pruebas al canto o para la muestra un botón».
En estos días de ajetreo electoral tuve la ocasión de acompañar al candidato Edwin Valencia a su recorrido por dos importantes municipios de nuestra región. Palestina en el extremo suroriental y Algeciras la llamada “despensa agrícola”.
Ambos tienen características similares. Grandes productores de café, abundante recurso hídrico, belleza paisajística y gentes laboriosas resignadas al marginamiento social.
Lo curioso del caso es que juntos padecen un grave problema. Las vías de acceso están en condiciones lamentables y en ambos casos son apenas cerca de 20 kilómetros que los separan de Pitalito y Neiva, respectivamente.
La inevitable sensación que se percibe es la indolencia de los gobernantes y su ineptitud para impulsar el desarrollo económico y la calidad de vida de nuestros campesinos.
Pavimentar ambos tramos viales no costaría, a precios de hoy, mas de 80 mil millones de pesos, con lo cual se haría justicia a sus habitantes y se impulsaría el desarrollo agroindustrial del que tanto han hablado nuestros gobernantes y políticos.
Ahora que vuelven a estar en campaña siguen prometiendo lo que no van a cumplir, aunque han ejercido y usufructuado el poder regional en los últimos 20 años como es el caso de Villalba y sus socios los Gonzales Villa.
La verdad es que tal desidia e ineptitud tienen una sola explicación. Ejercen la política y el poder como negocio clientelista para sus exclusivos intereses personales donde, por desgracia, ha florecido la corrupción.
De esta manera se entiende porqué razón los huilenses exigen con vehemencia, una radical renovación de nuestra clase dirigente, la cual se expresará con contundencia, eligiendo como su gobernador a Edwin Valencia, figura joven, fresca, con experiencia y vocero auténtico de los caficultores y campesinos de nuestra tierra opita.