El Ejército Nacional ha denunciado el secuestro de 60 soldados pertenecientes al Comando Específico del Cauca, mientras realizaban operaciones de seguridad en la región del Cañón del Micay.
El hecho ocurrió en la zona rural de El Filo, entre los municipios de Argelia y El Tambo, donde cerca de 250 pobladores retuvieron a las tropas.
Según el comunicado emitido por el Ejército, los soldados estaban desarrollando actividades de seguridad y estabilidad como parte de la operación Perseo, cuyo objetivo es restablecer el control territorial en una región históricamente afectada por la presencia de grupos armados ilegales.
«Denunciamos que 60 de nuestros soldados han sido secuestrados por cerca de 250 pobladores mientras adelantaban operaciones en el marco de la operación Perseo», indicó la institución.
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Riesgos para la seguridad y los Derechos Humanos
El Ejército manifestó su preocupación por el riesgo que esta situación representa tanto para los soldados como para los mismos pobladores de la región. «Esta situación obstaculiza el cumplimiento de la misión contra los grupos armados ilegales que delinquen en la zona y pone en peligro la integridad de nuestros hombres«, señala el comunicado.
En un esfuerzo por evitar cualquier confrontación y garantizar el respeto por los Derechos Humanos, los soldados permanecen en el lugar sin emplear la fuerza, buscando una solución pacífica al secuestro.
Contexto de tensión en la región
Desde hace varios días, un amplio contingente militar, enviado por orden del presidente Gustavo Petro, se ha desplegado en el sector con el objetivo de recuperar el control territorial que se encontraba en manos de disidencias de las FARC. Sin embargo, la presencia de las tropas ha generado malestar en algunos sectores de la población local, que han expresado su preferencia por la retirada del Ejército de la zona.
El Ejército ha reiterado que su misión es garantizar la seguridad y la estabilidad en una región que ha sido fuertemente golpeada por la violencia. Las autoridades militares se encuentran en diálogos con líderes comunitarios y organizaciones locales, buscando soluciones que eviten una escalada del conflicto y aseguren la liberación de los soldados.
Por el momento, el gobierno nacional y el alto mando militar siguen monitoreando de cerca la situación, mientras se espera una pronta resolución que permita el regreso seguro de las tropas retenidas.
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