Las unidades policiales, tienen identificadas tres cárceles del país, de donde más salen llamadas extorsivas que afectan a la población huilense. Dentro de los centros de reclusión, se encuentran: Cómbita en Boyacá, La Tramacúa en Valledupar, y ‘Doña Juana’, ubicada en la Dorada, Caldas.
Estas afectaciones son netamente psicológicas, pues el victimario nunca se ve presencialmente con el ciudadano, se realiza a través de las llamadas telefónicas y en ocasiones la gente se llena de miedo y cancelan el dinero exigido.
La ciudadanía está denunciando
En este aspecto, el mayor Alex Gabriel Ochoa, comandante del Gaula de la Policía-Huila, señaló: “de las denunciadas recibidas este año, han aumentado en relación con el 2022, porque la gente está declarando y de este número el 62% son extorsiones digitales. Los delincuentes exigen la entrega de cifras que van desde $200.000, hasta $15 o $20 millones”.
El modus operandi que se ve en el Huila, es el de la suplantación criminal, donde el facineroso, llama desde las prisiones, y el sujeto manifiesta ser ‘cabecilla’ de un grupo armado organizado. “Ahí le solicitan dinero y si no lo entregan, serán víctimas de atentados, también les piden material de intendencia, municiones, armas, por ende la gente en vez de conseguir estos elementos, deciden dar el dinero”, agregó el oficial. En la región, la mayoría de las víctimas son citadas a zona rural del municipio de Algeciras.
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El falso servicio
Frente a este tipo de situaciones, las autoridades judiciales, conocen que las personas que ofrecen servicios de trasteos, encomiendas, son contactadas y cuando las víctimas llegan al sitio, inician las exigencias económicas.
“Cuando ya la persona está llegando al lugar, reciben llamadas telefónicas, donde le indican que a la zona no podía ingresar, que se detenga, lo está vigilando un francotirador, no se puede comunicar con nadie y empiezan a pedirle los números telefónicos de los familiares y aprovechando que hoy día la tecnología permite hacer citas múltiples entre varias personas, teniéndolo ahí conectado se comunican con un allegado, le hacen una exigencia de dinero, que lo van a notificar con el afectado, lo que hacen es unirlas y obviamente pues creen que si está secuestrado y así acceden a hacer los pagos”, dijo el comandante del Gaula.
Todas estas cancelaciones económicas, las víctimas las hacen a través de empresas de giros, cabe aclarar que estas no tienen nada que ver con los hechos delictivos.
Solicitan servicios sexuales
Otro ‘modus operandi’ que se registra es el de entornos digitales. “En esta clase de hechos los principales afectados son los hombres, quienes empiezan a buscar en internet, páginas servicios sexuales, contactan a una persona que los ofrece, vía whatsapp, empiezan a interactuar. Allí el delincuente se gana la confianza, intercambian fotos, o hacen video llamadas, hay capturas de pantalla, luego usan las imágenes e información suministrada y empiezan a hacerle exigencias de dinero para no divulgar las mismas”, indicó el mayor Ochoa.
Este tipo de situaciones, se denomina ‘sexting’, que es el envió voluntario de imágenes o videos con contenido sexual o erótico, hechos que son denunciados y hacen parte del 20% de las situaciones de modalidad digital, que se generan desde los centros de reclusión, principalmente.
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La suplantación de autoridad
Otro tipo de situaciones, que se dan en menor proporción en el Huila, es la suplantación de autoridad, y se da cuando la ciudadanía, recibe una llamada telefónica, y le indican: “tío me accidente y lesione a una mujer embarazada, o me detuvieron en un retén y me hallaron un arma de fuego, por ende van a capturarme, le comunican a un oficial superior y le piden dinero para no ‘judicializar’ al allegado”, añadió el mayor Ochoa.
“De estos casos ya mencionados, el 68% quedan en grado de tentativa, porque las personas nunca cancelan la plata solicitada, no se vieron afectados en su patrimonio económico, por el asesoramiento del Gaula o un amigo le dijo ese es mentira. Por ende es importante, la realización las campañas preventivas”, puntualizó el oficial.
Las extorsiones carcelarias
El departamento del Huila, no se ve perjudicado por los centros penitenciarios ubicados en la misma región, dentro de las investigaciones realizadas por funcionarios del Gaula de la Policía, encontraron que en gran porcentaje, las llamadas extorsivas se hacen desde las cárceles de Cómbita en Boyacá, La Tramacúa en Valledupar, y ‘Doña Juana’, ubicada en la Dorada, Caldas.
Ante esta problemática, “hemos hecho allanamientos simultáneos, intervenciones coordinadas con funcionarios del Inpec y hallamos teléfonos celulares, libretas con números de potenciales víctimas, logrando identificar a estos internos que cometen este tipo de ilícitos y se les imputa un nuevo delito. Estos equipos móviles, se envián al ciber-gaula, que es una unidad especializada para tratar delitos de extorsión, también son delitos informáticos y extraemos información para identificar a los delincuentes”, añadió el oficial.
Ante este tipo de situaciones, se recomienda que las víctimas, denuncien esta clase de hechos.
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Casos y denuncias
Frente a esta problemática, el coronel Giovanny Montañez, comandante Gaula-Ejército de Colombia, expresó: “el delito que más afecta al departamento del Huila es la extorsión. Llevamos 73 casos en la región, basados en las denuncias realizadas por las víctimas, pero este tema se debe a las campañas realizadas, hace que la gente tenga la confianza para declarar”.
En cuanto a la extorsión el Código Penal, establece: “el que constriña a otro a hacer, tolerar u omitir alguna cosa, con el propósito de obtener provecho ilícito o cualquier utilidad ilícita o beneficio ilícito, para sí o para un tercero, incurrirá en prisión de 192 a 288 meses y multa de ochocientos 800 a mil ochocientos 1.800 salarios mínimos legales mensuales vigentes”.
Y según el Reloj de la Criminalidad de la Corporación Excelencia en la Justicia. “Con un promedio de 1.081 casos cada 24 horas, los hurtos a personas y las extorsiones son los dos delitos de mayor impacto que más registraron un incremento en el primer semestre de 2023, en contraste con lo reportado en el mismo periodo de 2022”.
En otras palabras, cada 60 minutos se cometieron 44 hurtos a personas, para un promedio de 1.052 casos diarios, y cada 49 minutos se ejecutó una extorsión en Colombia, para una media de 29 actos cada día.
En cuanto a la extorsión, se destaca que acontece con mayor frecuencia de lunes a viernes, con hincapié en dos franjas del día: la primera hora del día, o sea de 12 a.m. a 12:59 a.m. (125% más casos) y entre las 10 a.m. y las 10:59 a.m. (150% más casos). De acuerdo con las cifras de la Policía Nacional, los hombres fueron las principales víctimas de extorsiones con el 66% del total de casos y la llamada telefónica representó el principal medio empleado por la delincuencia (42.6%), seguido de la extorsión directa (23.2%), las redes sociales (14.6%) y la carta extorsiva (6.7%).