Por: Hugo Fernando Cabrera Ochoa
Las denuncias hechas por Gustavo Bolívar luego de presentar su renuncia al Senado de la República, la cual fue aceptada mediante Resolución 166, con fecha 31 de diciembre de 2022, basada en las facultades legales de la Ley 5 de 1992, ha generado gran revuelo y ha puesto a muchos y muchas a desempolvar historia de acoso sexual por parte de miembros de diferentes instituciones, partidos y movimientos políticos de nuestro país.
Recordemos que en una entrevista efectuada y publicada por la Revista Semana, el hoy exsenador Bolívar denunció que en el Congreso existe una red de esclavitud sexual a cambio de favores económicos y contratos laborales, algo que generó gran escozor en la alta sociedad doble moralista y mojigata, que hace parte del jet set criollo colombiano.
Ante este señalamiento, saltaron a la palestra fuertes acusaciones que salpicaron a renombradas personalidades de la vida pública nacional, entre ellas a Víctor de Currea – Lugo, quien había sido designado embajador de Emiratos Árabes Unidos por parte de la Cancillería colombiana. Dicho nombramiento generó revuelo nacional, debido a que algunas organizaciones y mujeres, lo señalaron por presunto acoso sexual.
El tema da mucho para hablar y por ello se hicieron públicas otras denuncias como la divulgada por la columnista Ana Bejarano Ricaurte, en el portal web Los Danieles, titulada “Los nombres que faltan”, allí se mencionan sin censura, hechos verdaderamente lamentables, sucios y absolutamente bajos, que aparentemente han acaecido en las altas esferas de la política.
Y no es que este tipo de realidades sucedan solamente en contra de mujeres, o ya olvidaron las denuncias de Ángelo Palacios, el expolicía que reveló lo que en su momento se conoció como la “comunidad del anillo”; un supuesto cartel de prostitución que funcionaba al interior de la Policía Nacional. Rememoremos este infortunado escándalo que sacudió a la institución y al país entero, y que provocó la renuncia del entonces comandante, Rodolfo Palomino.
También se han conocido otras situaciones relacionadas con este mismo asunto a nivel regional e incluso a nivel local. Lamentablemente es una práctica impúdica por parte de quienes tienen poder económico o jerárquico, quienes se aprovechan de la necesidad de algunas damas y caballeros, para someterlos a circunstancias deplorables, que generalmente no son públicamente denunciadas.
A raíz de lo expuesto por Gustavo Bolívar, la Comisión Legal para la Equidad de la Mujer en el Congreso de la República (CLEM) anunció la creación de un nuevo protocolo de denuncias frente al acoso y la violencia contra las mujeres.
A través de un comunicado, esta célula legislativa, con el objetivo de fortalecer la lucha contra el acoso sexual y otros delitos contra la mujer a nivel interno y externo, convocó a la Ministra del Trabajo, a la Unidad de Delitos Sexuales de la Fiscalía, a la Procuraduría General de la Nación, a la Defensoría del Pueblo, a expertas en el tema y a diferentes organizaciones, para realizar mediante una sesión de la Comisión y mesas de trabajo, un diagnóstico y una caracterización del acoso sexual en el ámbito laboral en Colombia, que permita buscar soluciones concretas, rápidas y efectivas, para erradicar este tipo de violencia.
Mientras tanto, el profesor Víctor de Currea – Lugo, decidió no aceptar su cargo como embajador en el país asiático.