La sociedad mundial está generando unas transformaciones abismales en la vida cotidiana, por la penetración de nuevas tecnologías digitales que están generando nuevas formas de controles en las organizaciones públicas y privadas. Algunos sectores poblacionales están muy preocupados porque algunas entidades han empezado a modernizar sus procesos administrativos y financieros, con el fin de optimizar su accionar gubernamental. Lo anterior va generando mayores controles, que antes no se ejercían con eficacia. A través de estos tableros de mando, los directivos de las instituciones van observando el comportamiento de todas las áreas que componen dichas organizaciones.
Desafortunadamente estamos entrando a la era exponencial, donde los algoritmos asumen su protagonismo por el rol que desempeñan dentro de las entidades públicas. Esto ha sido funesto para los trabajadores acostumbrados a las rutinas diarias, y que estaban acostumbrados al desarrollo de actividades sin tener un monitoreo permanente de sus actividades. Inclusive, se puede afirmar, que, hacia el futuro, no se van a permitir incompetencias, ni términos como la ineficiencia, ineficacia, inequidad, entre otros, no tienen cabida en los campos de la administración moderna.
Lo que, si es claro, es que los robots y los computadores, son programados por seres humanos. En definitiva, el trabajo de los programadores informáticos consiste en traducir los problemas del mundo a un lenguaje que una máquina pueda entender.
Aquí es cuando entra el juego de las inequidades y las injusticias que se pueden cometer, cuando se toman decisiones. Se conjugan intereses económicos, políticos y otros ejercicios de la actividad pública, que desbordan el ejercicio transparente de la actividad pública. Y es cuando florecen los inconformismos de los trabajadores que empiezan a ser objeto de despidos, y de discriminación en sus ingresos laborales.
El algoritmo Betto contratado por el ICBF, ha empezado a generar un inconformismo generalizado con todo el personal de esta entidad a nivel nacional. La Territorial del Huila, no se sustrae de dicha protesta. Los líderes sindicales, han expresado su rechazo, porque este sistema está desplazando del funcionamiento a varias organizaciones, como las madres comunitarias, asociaciones de padres de familia y ONG, que han venido cumpliendo con mucha responsabilidad en la prestación de los servicios sociales a las familias colombianas.
Lo que, si es valedero, que este algoritmo, le ha permitido al ICBF detectar algunos hechos de corrupción en algunas regiones del país. Inclusive han advertido que varios operadores que han sido aceptados por el sistema presentan irregularidades e incluso tienen investigaciones en la misma entidad. Éste utiliza la inteligencia artificial para realizar una trazabilidad con los sistemas de información de los órganos de control para identificar a los operadores idóneos.
