Álvaro Hernando Cardona González
De acuerdo con el instituto Ideam, en la temporada de invierno 2022, Colombia ha tenido más lluvias que los promedios normales de las dos últimas décadas. De hecho, hoy, los promedios de lluvias son superiores a las de los grandes desastres de los años 2010-2011
El cambio climático nos está haciendo daño hace décadas y no hacemos lo que el sentido común desde entonces nos aconseja para adaptarnos y contrarrestarlos. Somo tercos. Perversamente tercos.
Mientras los últimos 10 años han sido los más cálidos de los últimos 143 años, la población mundial aumentará en 2000 millones de personas para 2050. Ya somos más de 8.000 millones de habitando la Tierra. Solo nueve países representarán más de la mitad del crecimiento proyectado para entonces, asegura un nuevo informe de las Naciones Unidas, lo cual debería ser un indicador para las inversiones en desarrollo mundiales. El estudio confirma que la población está envejeciendo debido a un aumento de la esperanza de vida y niveles más bajos de natalidad.
Se prevé que la tasa global de fecundidad, que bajó de 3.2 nacimientos por mujer en 1990 a 2.5 en 2019, disminuya aún más, alcanzando 2.2 nacimientos por mujer en 2050. Disminuyen los nacimientos (aunque desproporcionalmente, según los continentes) y aumenta la población con edad avanzada (por ende, de manera desequilibrada en los continentes). Estamos en una transición, mientras disminuye efectivamente la población cuando más personas fallecerán en relación con las que nacen.
Por otra parte, de acuerdo con un informe de la BBC, se calcula que la humanidad utilizará en el año 2050 y a partir de allí, cada año, alrededor de 140 mil millones de toneladas de combustibles fósiles, minerales y metales. De ahí que urge que el consumo de recursos sea «desconectado» del crecimiento económico, y a que los productores hagan «más con menos»; concluyen con esto que el crecimiento de la población y prosperidad aceleran el crecimiento en el uso de recursos naturales.
Bajo este panorama se ha trabajado mucho en lograr un desarrollo sostenible y la verdad es que es enorme lo que se ha logrado. No obstante, no se ha hecho al mismo ritmo que se quisiera (entre otras porque la investigación científica se ha estancado bastante) y prácticamente nada en adoptar medidas jurídicas para frenar el crecimiento demográfico pues evade que cada ser humano adicional en el planeta aumenta el consumo entre cuatro y 25 toneladas anuales de recursos naturales (eso calcula el mismo estudio ya mencionado y advierte que depende del nivel de desarrollo donde se halle ese ser). ¿Aumenta la población? Aumenta el consumo de recursos planetarios. Y peor, aumenta la generación de residuos sólidos y líquidos (elementos ambientales de origen antrópico).
Menos hijos, menos consumo y, menos pobreza.
