Por: José Eliseo Baicué Peña
En la semana que acaba de concluir se conoció una información nacional en la que tiendas ARA anunció que bajará los precios de 200 artículos con el propósito de contribuir en menguar la crítica situación económica que vive el país por efectos de la inflación del momento.
Se habla de que una disminución de los precios, entre el 10% y 45%, se empezó a aplicar desde el sábado 13 de mayo en productos de la canasta familiar como huevos, arroz, aceite, frijol, pastas, chocolate, avena, leche en polvo, y en artículos de aseo.
Horas después, se unieron a esta meritoria labor, tiendas Olímpica y almacenes Éxito, con precios rebajados en 400 productos, y baja de precios en 500 artículos, respectivamente, en las categorías más demandadas por los hogares colombianos.
Podríamos decir que este es un alivio económico, apenas justo, que estaba en deuda, desde hace varios años, de parte de las grandes superficies con la población huilense. Pues, no es un secreto que Neiva y el Huila se configuran, cada vez más, como buenos centros económicos no sólo por su posición geográfica, sino también, por su diversidad de climas, producción y vías que conectan con el centro, oriente, occidente y sur del país.
En el año 2017 escribí una columna titulada Las grandes superficies y los nuevos territorios toman impulso, en la que me referí a la entrada de estos negocios en las regiones del país. Y, en la que dije, también, que estas tiendas irrumpieron en el mercado nacional como fenómenos que muestran un cierto predominio de la fluidez sobre el lugar, de una geografía de los flujos sobre una geografía de los lugares; de una geografía de lo dinámico sobre una geografía de lo estático.
Es decir, se configuran dos polos de poblaciones que luchan por la posesión y dominio de un espacio desde la perspectiva y evidente relación economía-territorio. O sea, que toman fuerza nuevas formas de territorialidad emergente. Son nuevas formas de dominio, son los llamados territorios-red.
Bajo esta perspectiva, me he estado preguntando desde ese año: ¿qué han aportado las grandes superficies que se lucran de todos los huilenses? ¿En qué han contribuido al deporte, al medio ambiente, a la educación? No conozco esos aportes. Ni siquiera han adoptado la no utilización del plástico. Más bien, masifican su uso y … cobran por las bolsas. Son organizaciones ancladas en la ciudad, que llegaron hace años al comercio de la región, pero sus retribuciones no se ven.
Si bien aplaudo la decisión de bajar los precios de algunos productos, considero que les falta mucho por aportar al crecimiento de la región. Y, sé que lo pueden hacer. Al fin y al cabo, a ella se deben.
