En entrevista exclusiva para el Diario del Huila, Jorge Bedoya, Presidente de la SAC, ha establecido que factores como lluvias, transporte, costo de vida, agroinsumos, entre otros han convergido a tener un año variable en el renglón económico. Reforma laboral, otro de los puntos trascendentales para el desarrollo del campo, según el directivo.
Diario del Huila, economía
Por: Gloria Camargo
Varios son los factores que tienen al agro nacional en una cuerda de equilibrio, donde se intentan recuperar los impactos generados por años anteriores, el invierno, movilidad, además de la inseguridad que se viven en buena parte de la zona rural de Colombia.
En entrevista exclusiva para el Diario del Huila, Jorge Enrique Bedoya Vizcaya, Presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia, dio a conocer cuáles han sido los pro y los contras con los que está lidiando el campo nacional.
A su vez, señaló que se debe revisar nuevamente algunos de los puntos de la reforma laboral, que tendrá impacto en el agro.
¿Cómo llega el agro nacional y en este caso del Huila a mitad de este año?
Yo creo que llega con una sensación agridulce, porque pues obviamente el primer semestre del año es un primer semestre complejo por el rezago que se trae del impacto de los costos de producción que tuvimos durante el 2022, y por supuesto también el impacto que ha generado por los inviernos y las afectaciones que generaron en materia de transporte, particularmente por vías importantes como la de Rosas, Cauca.
¿Qué otros factores establecen este balance en materia de seguridad?
La sensación de inseguridad creciente que es desafortunada, y que los mismos gobernadores de la gran mayoría de departamentos han resaltado que la extorsión no da tregua. La aparición de resurgimiento de los grupos terroristas, los homicidios contra los policías y soldados en el sur occidente del país, también hay violencia contra los trabajadores rurales. Entonces eso genera una sensación de inseguridad.
¿Y en materia gubernamental del Presidente Gustavo Petro?
También impactan los cambios en el gabinete, los cuales son legítimos pero que retrasan la ejecución de las políticas públicas, a eso sumarle que la variación en las tasas de interés hasta ahora empieza a mostrar un cambio, y sin duda alguna, pues la gran expectativa de lo que pueda pasar con las reformas, las cuales le tocan la vida a todos los colombianos y con eso el sector agropecuario.
¿Qué aspectos suman a la parte ‘dulce’ de este balance?
Hay factores que para los consumidores, como el hecho de que la inflación haya empezado a ceder, es una buena noticia para los consumidores. Así mismo es buena noticia que los precios de los insumos en el mercado internacional hayan empezado a ceder, pues también es una buena luz de esperanza para nuestros productores. Eso es lo que genera ese balance agridulce del primer semestre del año. Los indicadores de crecimiento del sector dan cuenta que al sector no le está yendo bien.
Frente al fenómeno de El Niño, ¿que se espera para el agro?
Pues es un tema que para nosotros resulta como el invierno, es una incertidumbre porque una cosa es lo que diga el Idema, que es muy cercano a lo que puede ocurrir, pero para nosotros en la temporada seca hay que ver la cuestión de la intensidad, de lo que dure y en las zonas donde tenga presencia.
¿Qué se propone o recomienda para minimizar un futuro impacto?
Los mecanismos de reparación, pues lo ideal es que tengan reservas de agua pero eso no todo el mundo lo puede hacer. Ojalá tener cobertura de seguros, en eso le pido a la Ministra de Agricultura y al Ministro de Hacienda, la importancia de contar con más recursos para el seguro de cosechas para los pequeños, medianos y grandes productores, porque cada día el clima es peor.
¿Cómo afectaría una sequía al agro?
Dependiendo de las primeras variables que tengamos se podría dar cuenta de efectos sobre las cosechas sobre todo de ciclo corto y también en algunos ciclos permanentes. Frente a lo que pueda ocurrir hacia el mes de noviembre y diciembre, si es que se tiene la expectativa, porque el fenómeno de El Niño empieza ahorita en el mes de julio y dependiendo de cuánto se extienda, pues sin ser fatalista pues hay que mirar las medidas de prevención, pero el invierno mismo nos ha probado que por más medidas de prevención que se tengan, dependiendo de la magnitud del fenómeno, puede terminar siendo un verdadero problema.
Presidente, ¿Cuál ha sido el impacto en el agro con el aumento en la gasolina?
Es una buena pregunta y hay que hacer una diferenciación. Si usted mira la mayoría del transporte de carga por carretera del país, estamos hablando de camiones grandes o tractomulas, estas no se mueven a gasolina, sin embargo los productores en su transporte diario, es decir la motocicleta en su mayoría, en la distribución de alimentos en los centros urbanos, muchos de ellos lo hacen con transporte que se mueve con gasolina, además de alguna maquinaria en su finca, lo que evidentemente tiene un impacto. Definitivamente eso puede llegar a impactar el costo de vida, indiscutiblemente en los procesos de distribución de alimentos.
¿Cuál es la opinión frente al proyecto de reforma laboral para sector agrario?
Nosotros veníamos reclamando desde el 2017 que el campo debería tener un régimen laboral propio que reflejara la realidad de lo que es el empleo rural. Me explico, en la ruralidad así como hay empleo formal, hay una tasa de informalidad muy alta que es del 83% y los trabajos que se hacen en el campo son por temporadas o simplemente un empleador rural puede tener varios trabajadores el mismo día, por lo que le propusimos a todos los gobiernos, incluido a este y este fue el único que nos puso atención, que debería existir un régimen laboral propio para el campo que reconociera el trabajo por el tiempo efectivamente elaborado o que se pudiera pagar por el día trabajado.
¿La reforma que se estudia, tiene en cuenta esa propuesta?
La reforma pero deja por fuera lo esencial, que es lo que le estoy mencionando: que se pueda pagar por el tiempo que efectivamente es trabajado. Pero adicionalmente en la ponencia para el primer debate se le meten unas cosas que no tienen ningún sentido, como por ejemplo la tercerización de ciertas labores que no son sale ni el código sustantivo del trabajo. La definición de actividad primaria es absolutamente ambigua y puede salir más caro el remedio que la enfermedad y también el tema del tratamiento que se le da a la agroindustria.
¿Cuál es su conclusión?
En síntesis es positivo que se haya pensado en un capítulo para el contrato agropecuario pero si se deja como está, va a salir más caro o va a ser peor el remedio que la enfermedad, y ese gran sueño que teníamos de que se generara un régimen laboral para el campo pues puede terminar siendo una verdadera pesadilla, y por lo que hemos visto en la Comisión Séptima de la Cámara pareciera que no hay ambiente para una reforma.
¿Por qué pareciera que no hay ambiente?
Si el gobierno y la comunidad ponente no modifican la reforma, evidentemente podría llegar a ocurrir que simplemente el trámite no avance en el Congreso de la República. Hay que tener presente que la reforma laboral no se hace todos los días, el Gobierno tiene que procurar y el Congreso tiene que garantizar que esa reforma sirva para combatir la informalidad laboral que en el país es una vergüenza, esto para fomentar, además de las políticas públicas, el empleo y trabajos formales, y claro para proteger los derechos de los trabajadores pero sin extinguirlos.
