20 mese ha pasados desde que Omar David Urrego Fernández, de 58 años de edad, fue violentamente asesinado en el corregimiento de Aipecito. El hombre era el dueño de un prostíbulo y por negarse a prestarle servicio a dos jóvenes, lo asesinaron, lo desmembraron y lo enterraron a pocos metros de su vivienda.
DIARIO DEL HUILA, ESPECIALES
20 largos meses batallando contra el sistema judicial ha estado la familia de Omar David Urrego Fernández, el hombre de 58 años de edad que fue asesinado en mayo de 2021 en la vereda El Triunfo, zona rural de Aipecito jurisdicción de Neiva.
Hasta la fecha no hay rastro de los homicidas, pese a que horas después del macabro crimen se entregaron a las autoridades. La víctima murió cruelmente, por el simplemente de no prestarle servicio en su establecimiento comercial de entretenimiento nocturno.
¿Qué dicen las autoridades?
Los dos homicidas, son tío y sobrino respectivamente, según información conocida por el Diario del Huila, horas más tarde de aquel 20 de mayo de 2021, estos dos hombres salieron de la vivienda, guardaron los elementos con lo que asesinaron al adulto mayor y emprendieron la huida en horas de la noche para no despertar sospechas.
Horas más tarde llegaron al municipio de Planadas, en el Tolima, límites con el departamento del Huila, allí acudieron a una estación de Policía, donde colocaron en conocimiento lo que habían realizado, minutos más tarde fueron llevados a la Fiscalía y allí se les tomó la respectiva indagatoria que dio paso a una investigación que no ha tenido ningún resultado.
DIARIO DEL HUILA conoció en exclusiva parte de esa declaratoria, que hace dos años rindieron los presuntos homicidas ante las autoridades, “somos los responsables de asesinar a un hombre, él está enterrado en un terreno que está a casi 50 pasos de la taberna, allá está tapado con hojas, y unas chamizas, las armas están tapadas más adelante y lo asesinamos en medio de una riña, él se alteró, empezaron las agresiones, pero la intención no fue causarle la muerte, solo que la situación se salió de las mano” (…) “Cuando nos dimos cuenta ya estaba muerto, y no podíamos dejarlo en el lugar, entonces lo enterramos para evitar problemas, nos arrepentimos porque esa no era la intención”, fueron parte de las palabras que entregaron ante la autoridad en su primer momento.
Para ese entonces, los dos hombres, (tío y sobrino) estuvieron un par de horas ante la autoridad competente, pero tiempo después fueron dejados en libertad, mientras se adelantaba la respectiva investigación y hasta el sol de hoy nada ha pasado.
¿Por qué están en libertad?
Una fuente judicial de quien reservamos su identidad, confirmó a este medio de comunicación que estas personas fueron dejadas en libertad por dos razones: la primera es porque se presentaron de forma voluntaria y pese a que contaron lo sucedido, no fueron detenidos en flagrancia y hasta tanto no haya una investigación, no serán sometidos a la justicia; la segunda y no menos importante es que el ente acusador trasladará el caso al departamento correspondiente, ya que los hechos que los sospechosos argumentan no se presentaron en el lugar donde ellos dieron la declaración, por lo tanto debe ser una Fiscalía del Huila la que asuma el caso.
Para este crimen fue la Fiscalía Seccional de vida, la encargada de recolectar las evidencias suficientes y además de demostrar la responsabilidad de los señalados, los investigadores del caso deben demostrar que en tiempo, modo y lugar los dos hombres son los responsables del crimen.
Familiares exigen justicia
La familia de la víctima, que no es oriunda del departamento del Huila, exige que este hecho no quede en la impunidad y que la muerte de Omar Urrego Fernández sea esclarecida.
Cada 20 de mayo sus seres queridos recuerdan la forma tan atroz en la que perdió la vida este hombre, que estaba radicado en Neiva, haciendo empresa y que en un vil hecho de intolerancia perdió la vida.
“Ni siquiera el día del homicidio fue posible que existiera claridad en lo que había pasado, nosotros llegamos desde Antioquia una vez fuimos informados de lo que había pasado y nadie nos daba respuesta, nadie sabía lo que había pasado, había un silencio total incluso hasta en el mismo pueblo. A la fecha de hoy, ni siquiera sabemos si esos hombres están o no detenidos, suponemos que no, porque nunca más se supo algo al respecto y mientras nosotros continuamos con el dolor ellos siguen como si nada”, indicó un allegado de la víctima.
Así fue el crimen
Omar David Urrego Fernández, era el propietario de un sitio de lenocinio en la vereda El Triunfo en el corregimiento de Aipecito, allí llevaba viviendo hace un par de años, hasta que el pasado 21 de mayo de 2021 en horas de la madrugada, llegaron dos andariegos al lugar, ya eran pasadas las cuatro de la mañana, ya el servicio había culminado por lo que el hoy occiso estaba cerrando su negocio.
Los dos sujetos en estado de alicoramiento le pidieron a la víctima les vendiera al menos una cerveza, ingresaron al local y mientras la tomaban se desató una riña por la negativa de los hombres de abandonar el sitio.
Don David Urrego estaba solo, sus empleados ya habían salido del lugar y el sitio además de ser su establecimiento comercial, también era su vivienda.
En estado de alicoramiento uno de los hombres golpeó a la víctima, quien trató de defenderse, pero entre los dos sospechosos lo golpearon tan fuerte hasta causarle la muerte, además de los golpes, el adulto presentaba más de 10 heridas con arma blanca y como si esto fuera poco, los dos implicados (tío y sobrino) desmembraron a don David, lo sacaron de la vivienda y lo enterraron en una zona boscosa a pocos metros del local comercial, una zona donde había un cultivo de plátano contiguo al prostíbulo.
Una vez allí, abrieron un hueco con las mismas herramientas que el hoy occiso tenía en la vivienda, y lo enterraron.
Con hojas seca y parte de hojas de paltano quisieron ocultar el macabro crimen, y de inmediato escaparon, no sin antes llevarse consigo el teléfono de la víctima y parte del dinero que tenía en su poder.
El cuerpo fue hallado horas más tarde por un habitante de la zona, que al notar la ausencia del señor y que el negocio estaba de puertas abiertas, siguieron el rastro de sangre que había quedado en la arena, llegando hasta la fosa donde estaba el cuerpo del ‘Paisa’ como cariñosamente llamaban al hombre asesinado.
Ahora, casi dos años después, sin que ninguna autoridad se pronuncie y como si este macabro caso fuera a quedar en la impunidad, no hay respuesta alguna para una familia que aún llora a su ser querido, que en silencio y entre lágrimas esperar justicia para que la memoria de Don David, pueda tener el descanso necesario.