Diario del Huila, Ciudad
Por: David Vásquez
Han sido muchos los sectores comerciales que se han visto afectados por la crisis sanitaria generada por el coronavirus en la capital huilense, pero es una realidad que unos han sufrido más que otros pues los sectores que se dedican a la comercialización de un producto, son los que han gozado de vía libre para poder realizar sus trabajos con más tranquilidad.
Sin embargo, nace la preocupación del sector cultural ya que ha sido uno de los que de manera obligada les toco interrumpir su trabajo, al ser una de las áreas en donde se necesita el contacto humano para poder dirigir cada una de sus clases.
Teniendo en cuenta eso, nos hemos contactado con algunos directores de agrupaciones dancísticas como Sonia Gómez, directora del Ballet folclórico internacional Sonia Gómez y Alfonso Cardona, propietario del Ballet del Huila Tierra Viva, quienes nos relataron como se ha vivido la pandemia del covid-19 desde los ojos de la danza en la ciudad de Neiva.
“La pandemia afectó en un 100% nuestras actividades no sólo de la Compañía Ballet Folclórico Internacional Sonia Gómez sino también la Academia y Escuela de Ballet entre los meses de marzo y septiembre de manera general en todo el sector de la danza, pues el no poder realizar actividades nos trajo una crisis económica fuerte a nuestra academia”, dijo Gómez.
La danza es un mundo lleno de belleza y fuertes exigencias en las que difícilmente se concibe el trabajo en solitario. El solista más talentoso siempre requerirá de un coreógrafo, entrenador o guía que lo corrija, lo haga trabajar más duro y ser un mejor artista, es por eso que a raíz de esta pandemia se ha visto necesaria la implementación de nuevas estrategias, para que todos los huilenses que practican este arte no se alejen y puedan continuar con ese sueño artístico.
Ha habido oportunidades para presentarse en escenarios lo que ha hecho que haya un respiro económico.
“Las estrategias aplicadas para sobrellevar esta pandemia han sido muchísimas, eso es lo que más hemos aplicado para mantenernos ante la emergencia sanitaria, siempre hemos estado en el tema de reinventarnos todo el tiempo inicialmente creando clases virtuales después ofreciendo clases presenciales en grupos pequeños, obviamente sometiéndonos a los lineamentos de la administración como es el pico y cédula, también buscando espacios más amplios para no tener aglomeraciones en nuestra escuela, reduciendo costos además de conseguir promociones y convenios que beneficien a nuestros bailarines”, expresó Cardona.
Las clases virtuales fueron la nueva modalidad para poder continuar este arte y no dejar en el olvido sus alumnos además de perder años de trabajo con sus escuelas de baile, así que de esa manera lograron conseguir la fidelidad de las personas haciendo que semana tras semana se reunieran por cualquier plataforma, sea Zoom o Google Meet entre otras.
“Las estrategias han sido muchas, nos ha tocado reinventarnos, palabra que, aunque no me guste porque fue el pan de cada día desde el inicio de la pandemia, tuvimos que hacerlo permanentemente, crear espacios de manera virtual, clases inimaginables para atraer público, en tanta desolación como fue tener cerrada por tanto tiempo mi Academia y Escuela de Ballet”, agregó Gómez.
El director de Tierra Viva expresó cómo la pandemia obligó a las agrupaciones a generar un nuevo estilo de enseñanza en la que se tenían que adaptar alumno y profesores.
“Todas las cosas que hicimos fueron nuevas para nosotros como escuela, porque no estábamos preparados para ese cambio y menos en la cantidad que se presentaron, la virtualidad nos ayudó mucho porque logramos mantenernos firmes y constantes, aunque el trabajo no es lo mismo que en la presencialidad fue una gran aliada para poder recodar, corregir y mantener ese nivel artístico que se había ido construyendo”, indicó el director.
Aunque fueron bastantes los que no soportaron la precaria situación de la virtualidad, hubo bailarines que sí lograron adaptarse a este nuevo método y continuaron con la ardua tarea de formarse a través de un computador.
Según la directora del ballet de Sonia Gómez “La virtualidad en parte pudo ayudar en un momento de desesperanza y desasosiego, ya que encontramos en ella una nueva línea de trabajo que no lo habíamos pensado antes de la pandemia, en mi caso fue y es un excelente canal de comunicación para trabajar con niñas, niños, jóvenes y jovencitas de otras ciudades y otros países del mundo y de padres de familia que no quieren por ahora la presencialidad”
A causa de la renuncia de algunos estudiantes por la situación virtual que se estaba viviendo dentro de las escuelas de danza se tomaron muchas decisiones para el sostenimiento de la academia, la demanda de clases de baile tuvo una fuerte reducción lo que llevo a que se tuviera que presidir de personal.
La virtualidad fue la mejor aliada para la continuación de procesos.
“El trabajo en mi academia se redujo desde marzo hasta septiembre en un 70%, mejoró un poco de octubre a noviembre con un 50% y los meses de enero y febrero los mejores, teniendo una reducción de sólo un 30% gracias a Dios, el número de niñas que tenemos a hoy es muy bueno, pasamos de tener antes de pandemia 256 alumnos a 160 alumnos en la actualidad que están asistiendo”, dijo Sonia Gómez.
De la misma forma, los directores hablaron acerca de que tan positivas fueron las medidas de seguridad implementadas por la administración municipal para lograr contener los efectos del coronavirus en Neiva, pues para algunas personas fueron una gran ayuda, pero para otras fue un real tormento para sus trabajos y negocios.
“No podemos hablar de que las medidas tomadas por la Alcaldía de Neiva sean positivas y beneficiosas para el sector de las artes, ya que muchos directores han tenido que cerrar sus puertas, tomar nuevos rumbos, con muchos compromisos económicos que no han podido cumplir, pienso que es relativo dependiendo de cada organización, en mi caso ha sido positivo ya que he logrado sacar adelante mi empresa con ayuda de padres de familia, maestros y Alcaldía de Neiva”, dijo Gómez.
“Mi percepción es que debemos ser responsables y muy cuidadosos en todo sentido en la prevención cumpliendo con todos los protocolos no porque vayan a venir a vigilarnos sino por la salud de nuestros alumnos, maestros y directivas”, agregó.
Las clases de baile han tenido que reinventarse a través del formato virtual y esto ha colocado un reto considerable. Los materiales como los espejos y las barras quedaron excepcionalmente relegados a un segundo plano en bastantes casos, ya que es difícil encontrarlos en casa.
“Son varias experiencias difíciles vividas durante la pandemia, el cerrar mi empresa fue muy duro, el tener un número de alumnos súper bajo en casi 7 meses, ver los salones vacíos después de tener tantas niñas, niños, jóvenes y jovencitas no fue fácil, sentimientos encontrados, el pensar cerrar definitivamente me partía el alma, el saber de tantas personas cercanas que ya no están con nosotros, muy duro la verdad, son muchas las situaciones difíciles que hemos tenido que pasar durante todo este tiempo, pero que gracias a Dios estamos viendo una luz al final del túnel” indicó Gómez.
También se les presento una ayuda a estas escuelas, pues a pesar de que no estaba permitido la realización de eventos públicos, las entidades gubernamentales dieron la oportunidad a estos grupos artístico de presentarse y así poder solventarse económicamente durante esta pandemia del coronavirus.
“Las entidades gubernamentales han tenido para con nosotros espacios donde nos hemos postulado y hemos recibido unos recursos económicos que ha ayudado en parte a sufragar algunos gastos, en cuanto a mi Compañía del Ballet Folclórico Internacional Sonia Gómez, nos han tenido en cuenta para diversos eventos pagos y ante ello totalmente agradecidos” aseguró Sonia.
El 2020 fue un año difícil para cualquier persona pues fue en donde se obligó a acostumbrarse a realizar sus vidas desde otro enfoque, además fue una temporada en donde las personas se sumergieron realmente a sus computadoras porque era el único camino para garantizar los diferentes trabajos y estudios.
“Califico el 2020 como un año bastante difícil, de mucho aprendizaje y de muchos retos para nosotros como empresa cultural, ya que no fue nada fácil el sobrevivir ante tanta dificultad para poder continuar con esta labor” afirmó la directora del ballet de Sonia Gómez.
“Ese 2020 fue un año muy atípico, no estábamos preparados para estos cambios, la danza y el arte en general fueron muy afectados, aun lo son, entonces es un año que la única opción que nos dio fue de reinventarnos, entonces fue un golpe muy fuerte para la danza porque lo que ya habíamos logrado, lo que llevamos durante el año en los primeros tres meses se derrumbó cuando menos lo esperábamos”, finalizó el director de Tierra Viva.
Fue un 2020 difícil para este sector de la cultura.
