Diario del Huila

El divorcio bibliográfico sagrado vs hallazgos arqueológicos

May 27, 2024

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Por: GERARDO ALDANA GARCÍA

Bajo frondas centenarias de la fe cristiana, hombres y mujeres de fe sacuden las bases de sus creencias en el ser superior en el que han sido cultivados, llevándolos a escenarios de incertidumbre e incluso de inusitado escepticismo, todo por cuenta del surgimiento de sendos libros cuya aparición desde el año de 1945 en la localidad de  Nag Hammadi, en el alto Egipto, a solo cien kilómetros de la ciudad de Luxor. Se trata de una docena de obras a la que expertos  arqueólogos e historiadores  han llamado como la biblioteca de Nag Hammadi, siendo esta una colección de textos, en su mayor parte adscritos al Cristianismo Gnóstico Primitivo, cuyos contenidos resultan asombrosamente reveladores de un pensamiento de un Jesucristo, que contraría notable y estructuralmente al predicado del clero oficial de Roma en un catolicismo que reputa a tales publicaciones como apócrifas o no canónicas, es decir, no avaladas por la fe y doctrina del Vaticano, y en consecuencia desestimables del todo en el propósito de la fe salvadora pregonada por los pontífices desde tiempos del propio emperador Constantino El Grande y su papel en el concilio ecuménico de Nicea en el siglo 325 D.C., cuando el poder político del gobernante romano se convirtió a la fe cristiana, como una inteligente estrategia para dominar con mayor facilidad a comunidades y territorios de la época y de las venideras.

El hecho es que los libros producto de hallazgos científicos dejan en evidencia aspectos de tanta importancia asociados a diversos temas como el de la salvación del alma, en donde el propio Jesucristo anticipa que tal emancipación es posible desde una autognosis, un auto conocimiento en donde la relación del ser humano transita fundamentalmente entre éste y su propio dios: la inteligencia superior que todo lo gobierna, y que supone no requiere intermediarios, como pontífices y mucho menos confesores, lo que deja en riesgo la estabilidad de la iglesia de Roma, con más de dos mil cuatrocientos millones de seguidores en todo el planeta.

De otra parte, la biblioteca de Nag Hammadi con sus doce textos, representa a la vez un tesoro de inestimable valor bibliográfico y literario dentro del patrimonio cultural de la humanidad. Los libros cuyos contenidos han sido traducidos del copto, y para fortuna de devotos y lectores, se encuentran disponibles en internet, son los siguientes: Evangelio de Tomás, Apócrifo de Santiago, Primer Apocalipsis de Santiago, Segundo Apocalipsis de Santiago, Apocalipsis copto de Pablo, Segundo Tratado del Gran Set, Oración de Pablo, Evangelio apócrifo de Juan, Apocalipsis de Adán, Evangelio de Felipe, Carta de Pedro a Felipe y el Evangelio de Valentín.  Adicionalmente, es importante destacar que, a tan valiosa colección, se suman decenas de documentos producto de hallazgos arqueológicos conocidos como Los Rollos del Mar Muerto y que fueron encontrados entre 1947 y 1956 en las cuevas de Qumrán localizadas a veinte kilómetros al sur de Jerusalén y que, según los arqueólogos habrían sido escritos, la mayoría en hebreo, entre el siglo II a.c. y el siglo II d.c.,

Si a la prédica contenida en los libros antes descritos se suman los trabajos de traducción realizados por texpertos como el italiano Mauro Biglino, escritor, filólogo, traductor y hebraísta, la fe cristiana basada en la doctrina de Roma, se sacude aún más, especialmente cuando las traducciones del libro del antiguo testamento, traído directamente de la biblia judía más antigua, el Pentateuco, es decir de su versión primera, la cual recoge los libros de Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio, se encuentra con que la figura del famoso dios Yahvé, ha sido mal entendida desde el punto de vista de creer que tal deidad es la creadora del universo, que in incluye al hombre. Es más, ni siquiera fue llamado Dios por los judíos del pueblo de Israel, de la época, si no que Yahvé era un Elohim, que era sin duda una especie de gobernador de un territorio, quien claramente competía con otros Elohim por el dominio de comunidades y territorios. De hecho, era un Elohim marcado en su ejercicio de gobierno, por la brutalidad, el abuso y el derramamiento de sangre, no solo de animales sino de hombres, de pueblos enteros. Todos estos Elohim, según Biglino, tenían por encima de ellos, una supremacía, un poder superior a quien llamaban Elyon, y que en contextos cristianos y judíos fue asociado, incluso hoy, a Yahvé, como la deidad suprema, lo que en opinión y fe de otros devotos, se trata de un falso dios, un falso demiurgo, un falso creador.

El punto es que, el legado belicista, sanguinario, revanchista y conquistador de Yahvé, se mantiene hoy en millones de personas, cuya inspiración los lleva a incurrir en actos genocidas sin el menor asomo de pena o remordimiento, como sucede en la absurda y actual guerra que se sufre entre Israel y Palestina.

Con estos hallazgos, descubrimientos y traducciones que cada día son objeto de mayor estudio y publicación, surgen de forma recurrente oleadas de cristianos, y en muchos casos judíos y musulmanes que se preguntan si el Dios que la historia les ha construido y al que han adorado, es el verdadero; o si por el contrario, él se encuentra dentro de cada ser humano y en consecuencia no es necesario seguir a nadie, tal como lo predicase el hijo del carpintero, Jesús de Nazaret.

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