La nueva ruta que une a la capital del país con Villavicencio, desde su inauguración ha venido sufriendo dificultades por el accionar de la naturaleza y por la improvisación Estatal para ejercer estrictos controles sobre la construcción y mantenimiento de esta vía, que se ha convertido en un verdadero viacrucis para los transportadores y vehículos que circulan por estos tramos inestables geológicamente. En épocas de altas precipitaciones se producen taponamientos por los constantes derrumbes que generan una total parálisis de la movilidad y ende, pérdidas multitudinarias económicas en la dinámica productiva, de la región llanera del país. Y como si fuera poco, la cadena de sismos que se han venido presentando cuyos epicentros se presentaron en el municipio de Calvario Meta, contribuyeron a desestabilizar más esta importante comunicación terrestre.
Y cuando los equipos y la maquinaria utilizada para recuperar la vía empiezan las crecientes protestas sociales de las comunidades, a que nos tienen acostumbrados desde que llegó el presente gobierno nacional, impiden el tránsito automotor, exigiendo demandas sociales que en otrora han sido incumplidas desde gobiernos anteriores. Desafortunadamente el territorio colombiano se encuentra en medio de algunas fallas tectónicas, que lo convierten en escenarios propicios para que ocurran sismos. Así como el pasado 17 de agosto, Colombia vivió en diferentes regiones del país un fuerte sismo de magnitud 6.1, desde ese momento distintas réplicas y con nuevas intensidades han amenazado la tranquilidad de muchos ciudadanos que tienen más preguntas que respuestas frente a estos movimientos telúricos.
Hay que reconocer el gobierno nacional, que ha estado pendiente y apoyando a la empresa Concesionaria Convías para volver a recuperar este importante corredor vial con el fin de superar este viacrucis que están padeciendo esta región del país, que es considerada la principal despensa agropecuaria del país. Hay necesidad de terminar este viacrucis de atravesar por la vía que conduce al Meta y viceversa. Se ha convertido en una osada y tortuosa decisión por parte de los conductores, por la alta fragilidad que presenta la zona.
A última hora, sucede algo inesperado. El día anterior en las horas de la tarde, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, anunció que se tomó la decisión de cerrar la vía al Llano en Bogotá, a través de su cuenta personal. Dado que el Gobierno Nacional no dio certeza sobre el funcionamiento de la vía al Llano, tomó la decisión en Bogotá de cerrar la salida a la vía al Llano. En consecuencia, no habrá paso de ningún vehículo, generando con esta decisión un caos mayor en la movilidad de la capital de la República. Esta vía es estratégica para la dinámica productiva del territorio, por el alto flujo vehicular que transita diariamente. Se hace indispensable que la empresa contratista de esta vía, termine de abrirla. Urge solucionar esta problemática.