Los departamentos del surcolombiano tradicionalmente en época de lluvias han estado sometidos a las arremetidas de la naturaleza, porque las vías que las integran con el resto del país son muy inestables geológicamente y están expuestas a la ocurrencia de grandes remociones en masa, que las afectan. Es común observar que los departamentos del Caquetá, Putumayo, Cauca y Nariño son los que presentan mayores riesgos por el accionar inclemente de la naturaleza en el país. Igualmente es costumbre que las comunidades indígenas tomen la decisión de bloquear dichas carreteras para exigirle al gobierno nacional el cumplimiento de los pactos que han firmado en otrora, para satisfacer sus demandas sociales.
Cuando no son los taponamientos que propician algunos sectores poblacionales, afectos al gobierno nacional, es el accionar inclemente de las fuerzas de la naturaleza, que impiden la comunicación entre estas regiones. Tal es el caso ocurrido en el kilómetro 75 de la vía Panamericana la semana anterior, donde se produjo una remoción en masa de grandes proporciones, dejando incomunicados al departamento de Nariño con el resto del país. Les ha tocado a los conductores atravesar las trochas entre Pasto- Mocoa-Pitalito – Popayán aumentando en más de 20 horas el trayecto que antes se hacía en 6 horas. Se han buscado nuevas alternativas utilizando el trayecto entre los municipios de Sucre y la Sierra, la cual se encuentra colapsada por el deterioro progresivo que ha tenido dicha vía.
Todo lo anterior, ha generado una carestía y una especulación de precios de todos los bienes y servicios en los municipios de Nariño. Igualmente, el viacrucis que han venido sufriendo el gremio transportador por la falta de combustibles, provocando interminables filas que duran hasta dos días para que las bombas de gasolina les vendan ciertas cantidades de combustibles. Apenas el día anterior, llegó maquinaria pesada para adelantar los trabajos que conduzcan a recuperar la circulación automotor. Pero como de costumbre algunas comunidades indígenas han impedido el inicio de las obras, cobrando cuantiosas extorsiones para que les permitan continuar con los trabajos contratados por Invías. Es el colmo que esto suceda en medio de la más profunda crisis social y económica que viven estas familias del surcolombiano.
Es indispensable que el gobierno nacional plantee y ejecute soluciones de fondo. Nada de aguas tibias. Es indispensable que, dentro del Plan Nacional de Desarrollo, se contemple la construcción de autopistas 4G, en todos los departamentos enunciados anteriormente. Se necesitan soluciones de fondo. Atrás debe quedar la miopía de algunos gobernantes que en su accionar, jamás se han preocupado por integrar estos territorios con el centro del país. Una infraestructura óptima que permita el fortalecimiento de mercados es un deber estatal, en tanto que beneficia a todas las regiones y comunidades del país, sin diferencias.
