Anoche, el estadio El Campín fue testigo de un evento inolvidable. En un ambiente electrizante y con el estadio lleno a su máxima capacidad, Millonarios presentó a Radamel Falcao García ante su apasionada afición.
Los hinchas albiazules no escatimaron en muestras de cariño y entusiasmo para darle la bienvenida al «Tigre«, quien está listo para dejar su huella en el fútbol profesional colombiano.
En medio de un recibimiento apoteósico, Falcao aprovechó la ocasión para expresar su gratitud hacia la hinchada bogotana: «Siempre soñé con jugar en El Campín. Mi papá me traía acá a ver a Santa Fe, pero mi sueño siempre fue jugar con Millonarios. Ahora es la oportunidad. Estoy muy ilusionado, trataré cada día de dar lo mejor», declaró el goleador, visiblemente emocionado.
Le puede interesar: Kylian Mbappé y el espectacular recibimiento en el Santiago Bernabéu
Falcao llegó acompañado por su esposa Lorelei Tarón y sus cinco hijos: Jedediah, Annette, Desirée, Dominique y Heaven. Además, una invitada muy especial también se unió a la celebración. Alexy, la intérprete de la canción «Viva Falcao», fue invitada personalmente por el propio Falcao tras una videollamada a inicios de julio. El cálido abrazo entre la cantante y el «Tigre» conmovió a la multitud, que no dudó en aplaudir y corear la emotiva canción que celebra el desempeño del número 9 en la cancha.
La canción «Viva Falcao» fue compuesta por Alexy en homenaje a Falcao durante un difícil momento en su carrera, cuando una lesión le impidió participar en la Copa del Mundo de 2014. Sin embargo, su contribución en las eliminatorias fue fundamental, y la canción se ha convertido en un himno para sus seguidores.
Ahora, con todo preparado para su debut, Falcao y Millonarios se enfrentarán mañana a Independiente Medellín en un emocionante partido de visitante. La llegada del «Tigre» marca el inicio de una nueva era para el equipo albiazul, que sueña con alcanzar grandes logros con su nuevo delantero estrella.
Puede leer: La Federación Colombiana de Fútbol se pronunció sobre el caso de Ramón Jesurún
