Al pan, pan
Por: Marco Fidel Yukumà
El Huila podría tener un ferrocarril paralelo al río Magdalena, en muy poco tiempo para conectar a Pitalito con el centro del país. Resolvería de inmediato la problemática de pasajeros y carga, a la vez que pondrá a la región en la ruta del desarrollo mundial.
La mega obra se construirá con tecnología y capital chino. Ni el país, ni la región pondrán un solo peso; por el contrario, en una acción diferente a lo ocurrido con el exabrupto de la represa El Quimbo, el departamento se beneficiará con un significativo porcentaje de las utilidades, cercano al 30%, y un poco más, al cabo de 30 años se convertirá en patrimonio de la región: parce un anuncio de ficción, o una leyenda de embajador de La India, pero esta vez, es cierto.
El proyecto fue presentado en un concurso mundial, convocado en la China, que ganó con sobrados méritos el ingeniero huilense Wilson Saavedra. “El ferrocarril del rio Magdalena”, se denomina la iniciativa que se impuso ante más de 50 participantes latinoamericanos que soñaban con llevarse a su país la extraordinaria obra, como parte del plan que ha diseñado esa potencia asiática para revolucionar el transporte en zonas de vanguardia agroindustrial de América Latina.
Sin embargo, los líderes y políticos opitas, de mentalidad parroquial, no le han parado bolas, no le han querido dar ninguna trascendencia, el ingeniero lleva días buscando infructuosamente una cita con el alcalde de Neiva o con el gobernador del departamento para comentarles y entregarles el proyecto que está listo para su ejecución, pero requiere de la ruda voluntad política que orienta este departamento con mezquindades, pequeñeces, y una infortunada cuota de perversidad.
El proyecto chino se evidencia justamente cuando el gobierno colombiano se empeña en aplicarle oxígeno al tren, sin el cual resulta imposible alcanzar la reivindicación agropecuaria e industrial, con que han soñado los trabajadores del campo, que no han podido ingresar en el complejo y esquivo universo de la competitividad mundial en igualdad de condiciones, porque siempre se tropiezan con las limitaciones del transporte, marcado por los abusos y los altos costos de los combustibles y demás.
“Sin tren ninguna nación podrá alcanzar su desarrollo”, advirtió Churchill cuando Inglaterra y todo Europa, empezaba a recuperarse de los estertores de la segunda guerra mundial, que afectó con tanta inclemencia las poderosas redes de carrileras que conectaban exitosamente el continente rumbo hacia la inevitable modernidad que emergió en medio del dolor causado por los sangrientos años de confrontación.
A Wilson, el ganador de este concurso mundial que abre las posibilidades al Huila de tener su primer ferrocarril posmoderno, no le paran bolas los políticos de la región, porque no ha llegado desde la China con fórmulas mágicas para financiar campañas y hacer obras pequeñas donde solamente gana el alcalde o el gobernador de turno que exige al contratista la prebenda precisa y justa para enriquecerse a costa de la miseria de su región, como lo han hecho durante años y lo siguen haciendo mientras las sedes educativas, los mataderos municipales, las bibliotecas y las plazas de mercado se caen a pedazos porque siempre quedan mal hechas.
El novedoso proyecto del Ferrocarril del río Magdalena, se puede perder, los chinos se mueven con metas y objetivos a corto plazo, se lo llevarán este mismo año para otro país donde encuentren líderes comprometidos con el desarrollo de su territorio, donde haya gobernantes y dirigentes políticos que piensen más allá de su bolsillo. El ingeniero Wilson Saavedra, ganador del concurso mundial, quedará para la historia del Huila como esos quijotes que nacen sin escudero que les haga caer en cuenta, que en su tierra no tienen vigencia ni las ideas, ni los sueños, ni mucho menos el desarrollo. Lo quijotes del Huila, doctor Saavedra, son de papel, y sólo funcionan comprando votos para tener acceso al presupuesto público que despilfarran año tras año. No más.
