OPINANDO Y DANDO
Por: Faiver Hoyos Hernández
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“Nadie sabe para quien trabaja”. Esta frase se acuña perfectamente a la realidad del Atlético Huila y el gran esfuerzo que le costó a quienes fueron visionarios de crear un club profesional que llegara a encarnar el sentimiento de los opitas, al cual Nelson Puentes “El Positivo” en su relato llamó: “el equipo de todos”, por cuanto surgió de una iniciativa popular en donde intervinieron los medios de comunicación de la época, quienes apoyaron una radiotón, impulsada por dirigentes aficionados en los años 80 y 90, que promovían la segunda división con los equipos Juventud Huila y Nuevos Valores. Nunca en la historia, por más crisis que afrontó Atlético Huila, hubo tanta presión negativa. Es el colmo. La llegada de los ecuatorianos y la posición adoptada últimamente por el señor Maruan David, ha desatado rabias y odios. En principios nos hizo creer que amaba la región y se daba golpe de pecho, expresando emociones fingidas. Pocos le creímos. Sabíamos que el interés del grupo económico …del Valle, no era distinto, al económico.
La tasa se rebosó con la problemática jurídica y legal del estadio Guillermo Plazas Alcid, que nadie ha podido hasta la fecha solucionar. El colapso de una de las vigas en 2016 desató una verdadera tormenta que tiene en jaque la continuidad de Atlético Huila en la región. Un coletazo cruel, resultó ser el actuar de la clase política que en campaña aprovechó el asunto para prometer lo divino y lo humano, con tal de convencer incautos. Han pasado tres gobiernos y hasta ahora cero. Increíblemente, el primer resultado se podría ver tras una consultoría promovida por la Gobernación y la Alcaldía de Neiva, estudios que indicarían los procedimientos que en materia de ingeniería deben seguirse. Nadie se atreve a pegar un ladrillo, hasta tanto se obtenga dicho análisis.
Pero para el señor Maruan, quien se ha reunido en reiteradas oportunidades con los gobernantes, Rodrigo Villalba y Germán Casagua, este tema poco o nada importa. Desconoce que los aspectos contractuales con dineros públicos tienen unos trámites distintos a cuando se trata del manejo a una empresa privada. Sus amenazas son repetitivas y despiertan odios. Tanto los hinchas, como aquellos gestores del club en su etapa de formación; así como la sociedad en general merecen un trato cordial. Si bien ellos compraron una ficha, el nombre del Huila no puede empañarse ni maltratarse, razón por la cual los huilenses le exigimos respeto.
Ya quiero verlo en otra ciudad del país, sea Barrancabermeja, o la que sea, cuando los gobernantes no puedan patrocinarle haciendo pataletas o amenazando con llevarse el equipo. En nuestra región es en la única parte que toleramos pisoteo y burlas. Dejo la siguiente reflexión: en días pasados en mi cuenta de Facebook el ingeniero Luis Alberto Valderrama escribió “arreglemos el estadio y verá que cualquier otro club querrá venirse a Neiva, llámese Tigres o Fortaleza, muchos de ellos no tienen estadio”. Cosa cierta, pero lo que no admito es que los señores del Valle hayan venido cual embajador de la india a elevar humo y terminen adueñándose del que se creía era nuestro club. Eso sí que me duele. Ahora, imperdonable para los gobernantes de turno, que en sus administraciones dejen perder el equipo. Esto quedaría para la historia y hoja de vida.