Por: Juan Yamid Sanabria
Desde el primero de diciembre el país consume gas importado, lo cual representa un alza en un servicio público esencial. La noticia se da en un marco de zozobra económica como es común en el partido de gobierno nacional, con un agravante si el alza del salario mínimo no supera el 6% como lo propone la Agencia Nacional de Instituciones Financieras – ANIF, con este tema las condiciones de vida seguirán reduciendo su calidad.
La presidenta de Naturgas Luz Stella Murgas afirmó que no hay gas local, porque si bien es cierto hace siete años el país a importado gas, era solo para atender la demanda térmica; y ahora deben responder ante la demanda no térmica, que es la esencial y la industrial. Una noticia que, el ministro de minas Andrés Camacho afirmó en el mes de septiembre para Blu Radio que no habría importación, pero despertamos el pasado domingo con un incremento del 3,8%.
Después de 45 años de autosuficiencia, el país empezó a consumir gas, así lo afirmó TPLGas, filial del grupo TPL Energía, el cual entró en funcionamiento y suministrará gas natural licuado a ocho firmas que operan en Colombia; este tema a causado todo un revuelo en sectores políticos de oposición, los cuales indican que el presidente les sigue incumpliendo a los más vulnerables, los cuales todo incremento en el pago de servicios públicos lo reciben con un mayor impacto.
El déficit de gas natural para el año 2025 se estima que estará en un 8,2%, lo cual daría a un incremento paulatino, pero el problema podría agravarse para el 2026 que estaría alrededor del 20,6%, como se viene reiterando en varios medios de comunicación, “el gas barato en Colombia, se acabó”. Un problema que se profundiza con el negacionismo del gobierno que aduce estas importaciones como una reserva adicional y que se puede abastecer con la producción nacional, pero que gremios del sector han salido a desmentir.
Finalmente, el presidente Petro debe marcar claridad sobre su política pública energética en procura de evitar la especulación en los mercados, y explicar a profundidad sobre las nuevas fuentes como las que se adelantan en el mar caribe con el famoso proyecto Uchuva operado por Petrobras, así como decirles a los hogares colombianos que se preparen para el cambio, aunque tal vez no como se esperaban.