El gavial malayo te sorprenderá en cuanto le veas ese peculiar rostro que tiene. Eso si no está camuflado en el agua para esperar a sus presas.
DIARIO DEL HUILA, MEDIO AMBIENTE
A pesar de parecerlo, no es un cocodrilo y ni siquiera un gavial verdadero (Gavialis gangeticus). Se trata del gavial malayo o falso gavial, un enorme reptil que vive en ríos y posee un hocico realmente estrecho. Esta es su característica más llamativa, así que seguramente lo reconozcas en cuanto veas uno.
Este saurópsido es otro de esos animales prácticamente desconocidos y cuya estancia en este planeta está amenazada. Por eso, aquí podrás conocerle mejor, a él y a sus circunstancias. No te pierdas nada, pues se trata de un animal realmente especial, desde la cabeza hasta la cola.
Taxonomía y descripción
El gavial malayo (Tomistoma schlegelii) es una especie de saurópsido que pertenece al orden Crocodilia y a la familia Gavialidae. Los gaviálidos surgieron en el Eoceno, hace 48 millones de años, y constan de 15 géneros, aunque solo 2 de ellos han sobrevivido a la extinción para llegar hasta nuestros días.
Estos reptiles se caracterizan por un largo y estrecho hocico en el que exhiben de 76 a 84 dientes afilados. Pueden llegar a medir 4 metros y pesar casi 100 kilogramos, aunque se han reportado ejemplares incluso más grandes. Los machos son más grandes y pesados que las hembras.
Su piel posee una coloración oscura y marrón verdosa, en ocasiones con manchas oscuras. También es posible verlos una banda negra que recorre la cola y el abdomen, aunque el vientre es de color más claro, crema o blanco.
Hábitat del gavial malayo
El falso gavial se puede encontrar en Indonesia, concretamente en Kalimantan, Sumatra, Java y Borneo. También habita en Malasia y Brunei, así como en algunas partes de Vietnam y Sulawesi (en la mencionada Indonesia).
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Su hábitat son las aguas dulces de los ríos que recorren bosques pantanosos, bosques inundados, pantanos de turba, lagos y arroyos. También es posible verlos en los márgenes de las selvas tropicales, donde las aguas son lentas. De hecho, prefieren las zonas con aguas poco profundas y enturbiadas, donde pueden esconderse con mayor eficacia y tienen una orilla para descansar y tomar el sol.
Alimentación
El gavial malayo es estrictamente carnívoro. Su estilo de alimentación es oportunista, pues suele cazar animales que se acercan a la orilla a beber, sin importar demasiado la especie. Se les ha avistado capturando macacos, ciervos, perros, nutrias, peces, pájaros, serpientes y un largo etcétera.
Su estrategia habitual es esperar camuflado cerca de la orilla, ya que sus ojos y sus narinas están situados en la parte superior de la cabeza para poder ver y respirar sin salir a la superficie. Cuando sus presas se acercan, las atrapan rápidamente y las sumergen o golpean contra el suelo.
Es raro encontrarles cazando presas más grandes que un ciervo. Su hocico es tan estrecho que existe bastante riesgo de fractura si comienza una pelea contra una presa de gran tamaño.
Comportamiento del gavial malayo
Aunque falta bastante investigación al respecto de la etología de esta especie, se sabe que son animales que están activos durante todo el día y toman pequeñas siestas varias veces en 24 horas. El gavial malayo es un reptil solitario y solo se acerca a otros para aparearse.
Salvo el comportamiento de caza y el de apareamiento, se tienen pocos datos sobre cómo se comunican. Se presupone que es a través del tacto y el olfato, ya que la vista y el oído están limitados por las aguas turbias donde acostumbran a moverse.
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