EL RINCÓN DE DIANA
Por: Diana Montes
La semana pasada hablábamos de la conveniencia de la idea de crear una empresa pública orientada a la extracción y transformación de minerales a gran escala, como parte de una política industrializadora de desarrollo económico, a propósito del proyecto de ley que cursa en el Congreso de origen gubernamental, según el cual se creará la Empresa Colombiana de Minerales – ECOMINERALES.
Aunque estoy de acuerdo con su creación, me parece muy problemático el tipo de gobierno corporativo que propone el Ministerio de Minas y Energía: la junta directiva propuesta está compuesta por (1) el Ministro de Minas, (2) Ministro de Comercio, (3) Ministro de Hacienda, (4) Director del Servicio Geológico, (5) Director del DNP, (6) representante de organizaciones sindicales del sector minero y (7) miembro independiente designado por el Presidente de la República. Además, se estipula que las reuniones podrán iniciarse con tres de sus siete miembros, quebrando la costumbre altamente extendida de que el quórum para iniciar reuniones es la mitad más uno, en este caso, cuatro miembros; esto se hace porque se asume que sus miembros no tendrán el tiempo suficiente.
El problema de este gobierno corporativo propuesto es evidente: se trata de funcionarios que ya tienen otras tareas que cumplir y que por fuerza mayor enviarán delegados elegidos arbitrariamente. En vez de eso, en Colombia tenemos experiencia en un gobierno corporativo exitoso: el del Banco de la República. Los criterios para elegir a los miembros de su junta directiva son claros: deben tener experiencia laboral y académica en el sector financiero. En este caso, se necesita que ECOMINERALES sea dirigida por personas con rigor técnico y de dedicación exclusiva para que una empresa tan importante tenga éxito. Además, se requiere que la empresa no sea capricho de los gobiernos de turno: su éxito tiene que ser una política de Estado, aunque cada gobierno pueda imprimirles su sello.
Requerimos empresas públicas eficientes, no elefantes blancos burocráticos que no aporten al desarrollo del país.