Una meta difícil, pero un reto al que debemos salirle al paso antes de que las acciones de esa empresa, pertenecientes al gobierno nacional, pasen a manos de capitales extranjeros. ¿Cuál es la verdad, que no conocemos los simples mortales, sobre la negociación que ha venido ventilando el gobierno del presidente Duque? En principio, lo afirmo, no soy partidario de que el gobierno venda o enajene los activos productivos de la nación. En este caso, en particular, el gobierno departamental es dueño de apenas el 15% de las acciones de la empresa, y la nación del 85%. Todos los gobiernos, sin excepción, desde el gobierno de Virgilio Barco han tenido como fin, para cuadrar caja, justificar la venta de los activos productivos contrariando la constitución de la república. Pero aquí en este país del Sagrado Corazón de Jesús, ha sido hábito de los gobiernos de turno, violar la carta fundamental cuando les provoca y nada pasa. Las Cortes encargadas de vigilar que esto no suceda, son proclives a avalar los daños económicos que esa malograda costumbre le ha producido a la nación. Hoy somos dueños de nada. Somos una nación sin bienes productivos y sin patrimonio. Yo comparo a mi país con un gran huevo que cubre con su cascaron, un vacío interno, no tiene membrana, ni clara, ni yema, ni sustancia y se está quedando sin patrimonio, algo inusitado e increíble, sin parangón en el mundo. Vivimos de los impuestos y gravámenes y, del crédito externo e interno.
Pero como estamos próximos a la venta de la electrificadora, y de la puja de capitales foráneos que caerán como buitres sobre las acciones de nuestra empresa emblemática, es bueno repasar lo que tres destacados huilenses manifestaron recientemente en el programa radial, Línea 18, que dirige el reconocido periodista Don Jorge Parga a través de la emisora Neiva Estéreo: Los doctores Víctor Hernando Rivera, Hernando Ruiz López , estos dos primeros exgerentes de la electrificadora del Huila y el DR German Palomo García economista, exdirector de Planeación del Dpto. y exalcalde de Neiva, quienes explicaron a plenitud los alcances y pormenores que rodean esta futura negociación. Lo primero, han dicho los expertos es esperar a que la Banca de Inversión estatal defina o establezca el precio posible de venta de las acciones que posee la Nación en la empresa electrificadora del Huila. Se conoció que hace tres años que intentaron venderla, el precio fue de $ 1.0 billón de pesos. Lo segundo, es que el Dpto. y los usuarios e interesados en la compra de esas acciones tengan claras referencias sobre la rentabilidad del negocio. Lo tercero, es consultar a los exgerentes de la empresa como lo fueron los DRS Jairo Toro Rodríguez, Alfonso Castro López, Freddy Anaya, para citar algunos de ellos, a fin de que opinen como debe constituirse una gran empresa con capital Huilense que cumpla con la experiencia en la prestación de servicios públicos domiciliarios, en este caso, en generación y comercialización de energía eléctrica y, con toda la experiencia específica y condiciones que establezcan los pliegos de la venta.
De igual forma el departamento del Huila debe sentarse con el Comité de Cafeteros y las entidades públicas, como el DRI, Planeación, Fonade, etc., y municipios que intervinieron en los últimos 30 años en la inversión del servicio de redes para programas de electrificación rural y modernización del sistema, a definir, a precios presentes, cual fue, para cada una de ellas, la participación económica y presupuestal con el propósito de reclamar para el Dpto, que lo invertido sea convertido en más acciones para el gobierno regional. Y, por último, creo que están obligados a llamar al sector solidario y a vincular a la totalidad de los usuarios de este servicio público para que compren acciones y, crear paralelamente una gran empresa de privados Huilenses que aporten los recursos económicos necesarios que le permita a la región tener sentido de pertenencia, adquiriendo al menos el 51% de las acciones, de tal suerte que, les garantice la dirección de la empresa. Finalmente, espantar a los políticos de esta negociación. “No se puede permitir que se vulnere el ejemplo que debe seguir un buen político, que debe estar orientado a cumplir con la ética de la responsabilidad, pues hoy encontramos muchos políticos muy dados a “ominosas alianzas”, dijo Alberto Lleras en el año de 1.976, para alcanzar sus ambiciones y a elegir rutas “vitandas” para mantenerse en los predios del Estado”. El Departamento del Huila y la ciudadanía tienen la palabra.
