Luis Humberto Tovar Trujillo
Aquí hay sentimientos encontrados; de una parte, la felicidad que representa al Departamento, y a los futboleros en general, volver por los fueros de las ligas mayores del futbol; de otra, el malestar, la congoja, por enfrentarnos a una realidad vergonzosa, a que nos han sometido, dirigentes políticos, contratistas, interventores, jueces, alcaldes y exalcaldes, todos estos como si nada, como si no fuera con ellos.
Si, da vergüenza vernos sometidos cada 72 horas como minimo, por todos los medios de comunicación posibles, vinculados al futbol, sobretodo los televisivos, mostrarnos la ruina del estadio de futbol de la ciudad.
El cinismo ha llegado a tal punto, donde todos los mencionados, pasan de agache como se dice, guardan silencio sepulcral, y como en cada evento electoral, aparecen los mismos con las mismas, buscando los votos para la vergüenza, anunciando soluciones, que nunca han llegado, ofreciendo puentes donde no hay ríos, para seguir en la misma sinfonía de la corrupción, porque a diario nos lo recuerdan, como escenario simbólico de la podredumbre de este pais, y peor del Huila, que colocamos periódicamente nuestra cuota, a este mal endémico.
Ningún dirigente toma decisiones, y menos, en las oportunidades que han tenido, juegan al ping pong, se trasladan las culpas de un lugar a otro. Como siempre, eludiendo habilidosamente sus responsabilidades.
En alguna oportunidad, le solicité al exalcalde Lara, analizara la posibilidad, siendo presidente de la Dimayor Jorge Fernando Perdomo, y ofrecerle en venta a esa entidad, y de paso sirviera de ejemplo con todos los estadios donde se juega el futbol, y que son propiedad de los municipios.
Con que fin; que como en Suramérica y el mundo, los estadios son propiedad de los equipos, igual debería suceder en nuestros pais, y con el aval de la Dimayor en una gran operación financiera, les ayudara a construir su propio patrimonio, descontándolo de los beneficios por la televisación del futbol.
Con ello incluso, mejoraría la calidad del futbol, porque los únicos responsables del mantenimiento de esos escenarios deportivos corresponderían sus eventuales propietarios, es decir, los equipos.
Desde luego, pensando en una solución al problema nuestro, y no ser mas parte de la vergüenza nacional, semanalmente, además de construirles patrimonios a los equipos que así lo deseen.
Creo, diligencia que nunca se hizo, tengo entendido, ya que todo siguió igual.
Con el producto de la venta, se hubieran hecho inversiones en mejorar la vida de los Neivanos.
Hoy vivimos complacientes ese viacrucis semanal, y de alguna manera, incluso se llego a manifestar por algún sector de la prensa nacional, que al AH, no lo deberían dejar participar en las finales anteriores, por esa vergüenza de estadio.
