En cuatro semanas acudiremos a las urnas convencidos de que serán unas elecciones libres y transparentes como lo exige cualquier democracia, éstas representan la legitimidad de las instituciones y el equilibrio de poderes y se basan en que los votantes puedan decidir a plena conciencia a quienes entregan su confianza para diseñar las políticas públicas que orientarán al país en los cuatro años venideros.
El actual panorama nos presenta tres alianzas interpartidistas para definir candidatos presidenciales con marcadas disputas personales, escándalos y pocas propuestas concretas. Los electores se encuentran dando palos de ciego y a la espera de que los candidatos presidenciales presenten planteamientos serios acerca de temas que preocupan a los colombianos como empleo, seguridad, reactivación, corrupción, cambio climático, crimen organizado y costo de vida entre otros.
Por otra parte, las consultas presidenciales han opacado las elecciones regionales de congresistas. Les ha tocado acudir a la publicidad visual, en muchos casos excesiva, descuidando en parte las ideas claras escudándose en el clientelismo. Esta debilidad de la cultura política va a incidir en el voto de opinión necesariamente, los que eligen usualmente acudiendo a su perspectiva analítica a los legisladores por sus proyectos concretos y propósitos serios de servicio a la comunidad, hoy no cuentan con la claridad suficiente acerca de lo que están planteando los partidos de cara el nuevo congreso, que sin duda será crucial en su trabajo legislativo y su control político en un momento histórico como lo es la postpandemia.
Para poder equilibrar esta deficiencia regional y poder tener un buen número de congresistas que hagan el contrapeso y la diferencia desde las regiones debemos sobreponer la razón sobre las emociones e identificar, en medio de esta diversidad de candidatos, la fórmula que tenga planes de fondo realizables, que tenga la experiencia legislativa y ejecutiva para continuar con el avance del desarrollo del Huila con equidad.
De esta decisión reflexiva, informada y sin premura de cada uno de los Huilenses que van a votar dependerá el futuro del Departamento, por eso las elecciones al Congreso son muy importantes, hay que analizar las opciones, informarse y escoger los mejores pues ellos serán los que van a impulsar un buen gobierno desde la Casa de Nariño y ojalá algún día nos permitamos tener en el partidor presidencial nuevamente a un Huilense, como hasta ahora al Senador Lara, quien en representación de la región surcolombiana y en especial del Huila, ha venido abriéndose un espacio como precandidato presidencial a pesar de la frialdad regional – bueno sería que el mismo fervor con que se viven las fiestas de San Pedro nos permitan algún día orientar ese entusiasmo hacia la búsqueda del poder para la región surcolombiana.
Todo esto ha permitido que el poder nacional se haya venido concentrado en manos extrañas, nuestra falta de solidaridad y compromiso con la región ha permitido que gran parte de la representatividad política regional termine en personajes foráneos que no trabajan por el Huila, el cambio de legislación que hizo que la circunscripción de los senadores fuera nacional y no regional, permitió que regiones como la nuestra se hayan convertido en verdaderos lagos de pesca de aspirantes a la Cámara para hacer llave con ellos y “pescar” en rio revuelto gran cantidad de votos.
Hay que entender que dar el voto por senadores foráneos es entregar nuestras armas y sin ellas no podemos luchar por una mejor participación en el presupuesto nacional que permita traer proyectos para el Huila. Estaría en primera fila cuando uno de estos foráneos atienda una citación y el llamado del Huila para sacar adelante proyectos estratégicos para el departamento que le generó una importante votación. Ellos con seguridad tomarán los votos y se olvidarán esa misma noche de su elección de nuestro departamento, vendrán eso sí dentro de cuatro años, cuando se reviva de nuevo el fervor electoral y a lo mejor la estupidez electoral les vuelva a dar a la oportunidad de pescar nuevamente en rio revuelto.
Por eso es fundamental poner a “El Huila Primero” – y decir no al voto por senadores de afuera- La invitación es a votar por los nuestros, por aquellos que por sus obras y representación ya los conocemos y en esta ocasión no dudo que la dupla Carlos Julio González Villa y Julio Cesar Triana representan la mejor opción para que el Departamento tenga dos voceros que han sabido demostrarle a los Huilenses que son la mejor fórmula para defender y liderar los proyectos de Ley que el Huila necesita.