Este logro ha sido posible gracias a un proyecto que incluye la implementación de 12.900 metros lineales de cercas vivas, una estrategia de aislamiento que promueve la restauración ecológica de las tierras afectadas.
Desde la CAM se subrayó la vulnerabilidad de la región frente a los incendios forestales, resaltando que el Huila ha sido una de las zonas más golpeadas del país en cuanto a áreas quemadas. En respuesta a esta amenaza, se ha puesto en marcha un programa de recuperación que busca revertir los daños causados y restaurar la vitalidad de los suelos.
«Estamos culminando la instalación de cercas vivas en 500 hectáreas como parte de los procesos de restauración ecológica. Esto nos permite recuperar tierras que fueron gravemente afectadas por los incendios«, afirmaron desde la Cam.
Explicaron que la recuperación de suelos degradados no es un simple esfuerzo de reforestación, sino un enfoque integral que incluye la creación de barreras naturales que protegen y favorecen la regeneración del ecosistema.
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Además de las cercas vivas, el proyecto ha incluido la construcción de 45 refugios de fauna, diseñados para promover la dispersión de semillas a través de aves. Estos refugios no solo ayudan a restaurar la conectividad entre fragmentos de bosque, sino que también facilitan la regeneración natural de especies forestales valiosas y de difícil reproducción. Entre las especies plantadas se encuentran iguá, ocobo, maratón y payandé, todas nativas de la región.
Las actividades de recuperación se han concentrado en tres resguardos indígenas: La Gabriela en Neiva, Tama Páez Paniquita en Rivera y el resguardo Pijao La Tatacoa en Villavieja, áreas que presentaban suelos gravemente degradados por la acción antrópica y los incendios forestales. Se destacó Villavieja, Neiva y Palermo, el programa está siendo implementado con la colaboración activa de las comunidades, buscando sistematizar los resultados y desarrollar nuevas estrategias que puedan ser aplicadas en otras áreas afectadas.
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