Los hechos violentos que se presentaron contra los residentes de algunas localidades en el departamento que han sido objeto de ataques terroristas, por las organizaciones narcoterroristas que hacen presencia en el Cauca y que producto de la presión de las Fuerzas Militares y de la Fuerza Pública contra todas las estructuras guerrilleras que diariamente están atacando a las guarniciones y a la población civil. Lo anterior ha provocado un éxodo de los integrantes criminales hacia el territorio huilense que lo han encontrado propicio para irradiar su accionar belicista contra las familias y el sector productivo de esta región. Por eso se escucha el clamor del sector gremial y de algunas organizaciones sociales, que están siendo extorsionados y vacunados por estas organizaciones delictivas. Hasta los vendedores ambulantes y propietarios de tiendas de barrio, deben pagar estas contribuciones para la guerra. Nadie se sustrae. Y como si fuera poco, durante el pasado fin de semana, se produjeron ataques contra la fuerza pública. Los puestos de policía del Corregimiento de San Luis en jurisdicción del municipio de Neiva, Teruel fueron hostigados salvajemente. En Garzón fue desactivado un cilindro bomba. El día anterior, de acuerdo con las informaciones de las redes sociales, se presentaron tres asesinatos en la vereda Agua Fría y dos en el Porvenir, jurisdicción de la localidad de Hobo.
La sociedad huilense no desea vivir el ambiente de violencia que actualmente vive el vecino departamento del Cauca. Aunque el deseo nuestro es que, en todas las regiones del país, se respire nuevamente paz y tranquilidad, libre del asedio criminal a que estamos sometidos actualmente. El gobierno nacional, no puede seguir indiferente. De nada valen los discursos populistas que se pregonan desde las reuniones que preside el presidente de la República, mientras en las demás zonas, se vive la peor violencia provocada por las organizaciones narcoterroristas, producto a la laxitud gubernamental que les ha permitido fortalecerse militarmente. Ahí tenemos los resultados. Por eso el accionar gubernamental, se ve desdibujado por este ambiente criminal que tiene hastiado a las familias colombianas.
Sobre las motivaciones, conocedores de estas organizaciones creen que de esta manera pretenden enviar el mensaje de que siguen fuertes, no obstante, las recientes acciones del Ejército en su contra y en el marco de la decisión del Ejecutivo de suspender el cese del fuego. En esta línea, también pueden estar buscando que la Fuerza Pública, en especial la Policía, permanezca en las cabeceras municipales. Como ya se ha visto con imágenes recientes, que causaron impacto, estos grupos ejercen un fuerte control territorial en esta parte del país, llegando incluso a realizar patrullajes en vías principales a plena luz del día. Algo absurdo. Estamos siendo sometidos a la voluntad de estas organizaciones criminales, que solo buscan desestabilizar las instituciones democráticas del país.