Luis Humberto Tovar Trujillo
De todos es conocida la estrategia de algunos políticos del Huila, en hacer gobiernismo en Bogotá y antigobiernismo en las regiones.
Por eso, en nuestro territorio es usual, en algunos casos, se utiliza la expresión de independientes, para ocultar la verdad de las posturas políticas de esos políticos; incluso hay familias de políticos donde se reparten los apoyos, unos cogen para un lado y otros para el otro, siempre pensando en nunca perder.
El Huila con el ganador de la gobernación, según las cuentas de Petro, dentro de los siete departamentos o nueve, ya ni recuerdo, está incluido el Huila como parte de sus aliados, como parte del éxito si se puede llamar así, la estruendosa derrota de sus políticas.
Tanto es así que, uno de sus congresistas ha recibido puestos y alimentados con prebendas del alto gobierno para aprobar las reformas pedidas por el presidente; deliberadamente aplazaron los congresistas esas decisiones, precisamente para no someterse al escarnio público y guardaron silencio sobre la postración del gobierno nacional a todos los colombianos.
Pero han recibido los congresistas la orden perentoria con la derrota aplastante de las políticas del gobierno, de no aprobar esas reformas, o de lo contrario sufrirán las mismas consecuencias, donde el pueblo se convertirá en el sepulturero de esos congresistas, por no atender los dictados del constituyente primario.
El Huila sigue en deuda ante los grandes retos regionales y nacionales; los políticos camuflados que no fueron capaces de decir en voz alta las denuncias contra el gobierno nacional, deben ser denunciados públicamente y colocarlos en la picota pública, para evitar ese «estupro político» si así pudiéramos llamarlo, de prometer para obtener los gajes del poder y después hacer lo contrario de lo prometido u omitir hacerlo.
Pesar me da la derrota de Rodrigo Lara Sanchez, y de otras personas de honestidad y capacidad comprobada; quienes quisieron con sobrados meritos, obtener sus éxitos deseados; me duele que los huilenses critican y aborrecen la corrupción pero se acostumbraron a convivir con ella en un dañado y punible ayuntamiento; me duele que los huilenses hayan apoyado a quienes en bogotá son petristas y en la región son independientes, pero reciben puestos del gobierno nacional, es una estrategia desde la época de Santos; me duele que los huilenses sigan creyendo en políticos que reparten sus apoyos familiares entre los candidatos con mayor opción para sentirse triunfadores a costa de la estafa electoral, la estafa a sus ciudadanos y a los mismos candidatos.
Los mejores parabienes para Colombia que demostró que el comunismo no es con nosotros, que así sea camuflado tampoco pasará; por fin entendió Colombia que había que volver trizas todos los esperpentos nacidos de esa aberración del lavado de activos más vulgar de la historia reciente de nuestro país, del acuerdo de paz, y la conversión de nuestro territorio en cuna del narcotráfico. El Huila, El Putumayo y Nariño se convirtieron en los mejores aliados de Petro y su narcodependencia con los carteles del delito: que pesar.
