Carlos Yepes A.
La alegría y la magia de otra Navidad llegan de nuevo a todos los rincones de Colombia, y el Huila no es la excepción. En nuestro departamento, como en varias regiones, las tradiciones culturales y el fervor por la religión se entrelazan, convirtiendo la temporada navideña en una época del año que se vive con mucha intensidad. Los alumbrados, desfiles y demás actividades propias de esta temporada convierten al Huila en epicentro de alegría, unión familiar y fervor navideño.
Los treinta y siete municipios del departamento preservan tradiciones que mezclan lo popular con lo religioso, expresando su fervor con distintos eventos que logran cautivar a sus pobladores y visitantes. Una de las tradiciones que se vive de manera significativa es la Novena de Aguinaldos, ritual religioso alrededor del cual se unen las familias en oración, cantos y reflexiones en torno al nacimiento de Jesús. Muchas de estas novenas son acompañadas incluso de melodías de rajaleñas, lo que les da un sabor autóctono y único.
También se ha convertido en un propósito iluminar muy bien a Neiva. El embellecimiento de sus principales avenidas proporciona un espectáculo visual de luces que adornan parques y calles en varios puntos de la ciudad. Esto genera un gran desfile de ciudadanos que salen a disfrutar de estos lugares emblemáticos, escenarios que, para muchos, en especial para los niños, son mágicos y están llenos de alegría.
Algunos municipios, como San Agustín y Garzón, específicamente en La Jagua, le han apostado a la creatividad con pesebres gigantes y la representación de escenas bíblicas y variados elementos culturales. Esto ha significado, en los últimos años, un fortalecimiento del turismo local junto a la alegría y la esperanza que trae la Navidad.
Por otra parte, la gastronomía huilense también aflora con la Navidad. Los platos tradicionales decembrinos se unen a nuestras tradiciones culinarias, como el asado huilense, los tamales, el bizcocho de achira y el dulce de Nochebuena.
Se espera que los diversos eventos a lo largo y ancho del departamento, como conciertos, concursos de pesebres, el tradicional día de las velitas y demás expresiones, promuevan un turismo navideño que se viene consolidando en los últimos años. Este turismo se une a nuestros paisajes naturales, nuestro clima y demás ofertas culturales, contribuyendo a dinamizar la economía regional.
Los invito a celebrar en paz y en familia. En medio de las celebraciones, recordemos también la importancia de cuidar el medio ambiente, evitar el uso de pólvora y moderar el consumo de licor. Y lo más importante: fomentar el consumo local, apoyar a nuestros artesanos y agricultores del departamento, reforzar nuestro sentido de pertenencia y solidaridad para que esta sea una excelente Navidad para todos los que habitamos este hermoso departamento.
Sigamos haciendo del Huila un lugar mágico y hospitalario, donde las celebraciones siempre adquieren un significado especial, y valoremos y cuidemos de esta maravillosa riqueza que Dios nos ha dado.
¡Feliz Navidad!