Lo primero que hay que decir, es que esta dramática situación no es exclusiva de esta administración. Todas las anteriores la han vivido y nada han hecho. A Neiva se la sigue tragando el humo de los vehículos, que, entre otras cosas, cada día crece alarmantemente… aunque las vías siguen siendo las mismas, sí, y con otros huecos.
En muchas ocasiones lo he manifestado. Pero, nada pasa. Como Pedro por su casa, los vehículos siguen emitiendo humos, gases y demás contaminantes del aire. ¿Cómo se explica eso, si se supone que deben tener la revisión técnico-mecánica? Amigo lector, ¿usted sabe la respuesta?
Al parecer las autoridades de la ciudad han prestado oídos sordos a esta crítica situación que se presenta bochornosa a todos los habitantes. Aunque podría pensarse que el problema puede iniciarse con la famosa revisión tecnomecánica, que busca ejercer un control en relación con la emisión de gases y otros aspectos en los vehículos. O también podría ser que algunas empresas prestadoras de este servicio no lo hacen de forma efectiva, o tal vez que muchos propietarios y conductores encuentran la hábil manera de evadir esta responsabilidad vehicular.
¿Qué hacer con este problema que se acrecienta cada vez más? ¿Acaso existe insensibilidad frente a ello? ¿Los organismos ambientales como la CAM, Cormagdalena, las fundaciones que trabajan en estas nobles labores estarán trabajando en el tema? Ojalá sea así. Ojalá se vean prontos resultados que, por lo menos, tiendan a tomar conciencia y a iniciar acciones que busquen minimizar esos índices de contaminación, los cuales mezclados con el calor de la ciudad ahondan la situación.
Resulta sorprendente la cantidad de humo negro u hollín que van dejando a su paso los vehículos mientras circulan por las calles y avenidas de la ciudad. Estelas de humo negro son arrojadas por los exhostos de busetas, taxis, camiones y demás carros particulares, son tragadas por transeúntes y conductores en su quehacer diario por la capital.
Es más, asombra que este tipo de hechos se presente con la complacencia de las autoridades respectivas. Pues frente a policías, guardas de tránsito, funcionarios de la misma secretaría de vías y de tránsito, que también consumen ese humo, se aprecia claramente el panorama. A una ciudad que es calorosa por naturaleza, se le suma el humo y el calor que viene con él. Por supuesto, la contaminación en la respiración y demás efectos.
Ayudemos todos. No permitamos que esto continúe así. No le hace bien a la imagen de la ciudad. No le hace bien a la salud de los neivanos. No le hace bien a ninguna administración. No le hace bien a los turistas. No le hace bien a nadie.
Señor Alcalde, señor Gobernador, no permitan más que el humo siga asfixiando a Neiva.