Una serie de grandes explosiones complicaron las labores de extinción en el tercer día del incendio en un parque de depósitos de combustible de Matanzas (occidente de Cuba), el mayor desastre industrial de la historia del país. Los estallidos, con columnas de fuego de varias decenas de metros, crearon una cortina de espeso humo negro que ha imposibilitado a los expertos analizar la situación sobre el terreno. Al parecer el incendio podría seguir varios días activo.
En concreto, se desconoce el alcance de los daños en el tercer y cuarto depósitos de combustible, de los ocho que componen la base de supertanqueros, de 50.000 metros cúbicos cada uno. “Las altas temperaturas han hecho muy difícil el trabajo y se ha ido comprometiendo en una reacción en cadena y ha sido prácticamente imposible lograr la extinción”, admitió este lunes en conferencia de prensa Alexander Ávalos Jorge, segundo jefe del Departamento Nacional de Extinción del Cuerpo de Bomberos de Cuba, quien también argumentó que los otros cuatro tanques de la base se encuentran además “comprometidos” por las altas temperaturas del incendio y el viento en la zona.
Entre tanto, como consecuencia de las recientes explosiones y la profusión de humo a ras de suelo, se ha frustrado el uso de una potente bomba hidráulica instalada por los equipos de cooperación procedentes de Venezuela y México, un paso clave para controlar el incendio. A la fecha se ha reportado un muerto, los lesionados ascienden a 125 y el número de hospitalizados se ubica en 22. La cifra provisional de desaparecidos se ha revisado a la baja y ahora es de 14.
Recordemos que, a primera hora del lunes, las autoridades cubanas confirmaron el colapso de un tercer depósito, que de madrugada se había negado. Más tarde matizaron esa versión y aclararon que, en realidad, se trató de la caída del domo de la estructura. Las primeras informaciones apuntaban que el contenido del segundo tanque se había derramado al resquebrajarse las paredes de la infraestructura y sólo al final de la tarde se confirmó que habían alcanzado el cuarto depósito.
Entre el desorden del día estuvo el temor entre los pobladores de Matanzas, a quienes se les ha pedido utilizar la mascarilla en interiores por el humo, que se ha ido incrementando al paso de las horas lejos de disiparse. Como consecuencia colateral del incendio, el país solo puede satisfacer el 60 % de la demanda de electricidad en el horario de mayor consumo de este lunes. Por ahora, el régimen cubano no ha hecho públicas por el momento estimaciones de los daños económicos causados por este siniestro, que afecta al país en un momento delicado.