Anotando la canasta decisiva en su primer Juego de las Estrellas (All-Star) en Cleveland, LeBron James logró el domingo su quinta victoria como capitán en el gran espectáculo de la NBA, iluminado esta vez por Steph Curry, ganador del MVP con 50 puntos.
El equipo capitaneado por LeBron se impuso por un ajustado 163-160 al de Kevin Durant, que no pudo jugar por lesión, en el Rocket Mortgage FieldHouse de Cleveland (Ohio), donde ‘King James’ jugó 11 temporadas y brindó a los Cavaliers su único anillo de campeón.
Fue el 18º All-Star de la carrera del alero, pero el primero en Cleveland, a solo 60 kilómetros de su natal Akron.
«No podría haberlo soñado», dijo la actual estrella de los Lakers. «No podría haber soñado lograr la canasta ganadora del Juego de las Estrellas cerca de donde crecí y donde lo veía con mis amigos».
En el mismo hospital de Akron donde nació LeBron lo hizo, cuatro años después, Steph Curry, que volvió a demostrar que es el mejor tirador que jamás ha visto la NBA.
El base de los Golden State Warriors fue la estrella que más brilló al quedarse a solo dos puntos del récord de anotación del All-Star y batir el de triples, con una asombrosa marca de 16.
Curry superó de largo el anterior récord, que poseía Paul George con 9, y trató en los minutos de alcanzar el de anotación, que mantendrá Anthony Davis con 52.
«Lo intenté, lo intenté», reconoció el base, que posee dos premios MVP (Jugador Más Valioso) de temporada, tres anillos de campeón y esta temporada superó a Ray Allen como el mayor triplista de la historia de la NBA.
«Steph es de otro planeta. Tiene literalmente un fusil automático conectado a su brazo», le reconoció LeBron.
‘King James’, que terminó con 24 puntos, ha salido vencedor de todas las ediciones del Juego de las Estrellas desde que la NBA eliminó en 2018 el formato en el que dividía los equipos por conferencias.
– Curry destroza el récord de triples –
Curry comenzó la noche siendo abucheado en la presentación por la afición de Cleveland, que no olvida las feroces cuatro Finales que disputaron la década pasada los Warriors y los Cavaliers.
A diferencia de LeBron, Curry no se crío en Akron ya que su familia se mudó a Charlotte (Carolina del Norte), donde su padre Dell jugó 10 temporadas con los Hornets.
Tan pronto comenzó el partido, Curry convirtió la hostilidad de las gradas en admiración. En el primer cuarto anotó 2 lanzamientos de tres puntos y explotó con otros 6 en el segundo.
El base dejó sin respiración a los aficionados con otros siete triples en el tercer cuarto de todas las facturas, algunos de larga distancia, otros bombeando la pelota o dándose la vuelta para celebrar.
El base, de 33 años, sumó otro triple en el último cuarto pero, a la caza del récord de anotación, falló varios lanzamientos cuando la defensa del Equipo Durant por fin apretaba para intentar lograr el triunfo, para el cual cada equipo necesitaba llegar a 163 puntos.
«Me pusieron defensas dobles, algo que no esperaba en un All-Star», apuntó Curry, que también perdió un partido como capitán ante el Equipo LeBron en 2018.
Con un triple de Zach Lavine (12 puntos), el Equipo Durant se acercó 161-160 pero LeBron James tomó la responsabilidad y clavó un lanzamiento a la media vuelta desde casi la línea de tres ante la defensa de Lavine y Joel Embiid.
El pívot camerunés fue el máximo anotador del Equipo Durant con 36 puntos y 10 rebotes, seguido de Devin Booker con 20 y del debutante LaMelo Ball con 18.
Otra de las siete figuras que se estrenaban, Ja Morant, se quedó en 6 puntos pero protagonizó las dos volcadas más espectaculares del juego, volando para alcanzar los pases de Trae Young (13 puntos) y machacando tras un giro completo en el aire.
– Encuentro de leyendas –
Como parte de los festejos de su 75 aniversario, la NBA homenajeó en el descanso a los mejores jugadores de todos los tiempos.
El público celebró la entrada en la pista de las leyendas, desde Kareem-Abdul Jabbar a Jerry West, pasando por Magic Johnson o Hakeem Olajuwon, y ovacionó las imágenes en las pantallas de los ausentes, especialmente del fallecido Kobe Bryant.
LeBron James y Michael Jordan, que se fundieron en un abrazo, fueron los otros más aclamados. El alero de los Lakers reconoció después que fue él quien buscó a su gran ídolo.
«No quería perder la oportunidad de estrechar la mano del hombre que me inspiró durante toda mi infancia. No he tenido mucho diálogo con él en mis 20 o 19 años en este negocio», explicó LeBron, que incluso atribuyó al mito de los Chicago Bulls la inspiración para la canasta ganadora.
«Siempre quise ser como él mientras crecía. Es una locura que el tiro ganador de esta noche fuera un ‘fadeaway’ (en suspensión hacia atrás) y estuviera inspirado por MJ», reconoció.