El Tribunal Superior de Neiva negó la apelación de una nulidad que buscaba desestimar la acusación propuesta por la Fiscalía contra el policial.
DIARIO DEL HUILA, INVESTIGACIÓN
CARLOS ANDRÉS PÉREZ TRUJILLO
Muy pronto el Juzgado Tercero Penal del Circuito de Neiva definirá la situación jurídica del excomandante del Departamento de Policía Huila, el coronel Óscar Efraín Pinzón Moreno, quien se encuentra señalado de acosar con fines sexuales a la patrullera Ana Milena Cruz Rayo.
El coronel Pinzón que fue separado del cargo, desde noviembre de 2021 enfrenta un juicio oral indetenible, que tuvo una pausa inusual el pasado 15 de junio cuando su defensa alegó que existía una nulidad en todo lo actuado, toda vez que la acusación de la Fiscalía carecía de la precisión en la fecha en que el uniformado cometió la presunta conducta punible.
“Explica el letrado que la ausencia de un señalamiento puntual del tiempo de la ejecución de las conductas delictivas, vulnera el derecho a la defensa. Esa falencia impide ubicar dónde estaba el presunto perpetrador. Alega que esa precisión es trascendental para fijar su teoría del caso ante las tantas ocupaciones y asuntos atendidos por su poderdante en aquellas calendas”, señala la providencia.
Lo cierto fue que el 31 de agosto de 2020, el coronel tuvo que enfrentar el desafortunado llamado de la Fiscalía para que respondiera en el proceso que se le acusaba de haber aprovechado su superioridad y cargo para acosar, perseguir, hostigar y asediar con fines sexuales a su subalterna, la patrullera Cruz Rayo. Así las cosas le imputaron cargos por “acoso sexual en concurso homogéneo sucesivo”.
Lo cierto fue que el juez de conocimiento le negó la nulidad propuesta, razón por la cual hizo trámite en el Tribunal de Neiva, quien también descartó esta posibilidad.
La negación del recurso
Tras la negación del recurso de apelación por el Tribunal Superior de Neiva, el juicio del coronel Pinzón seguirá su curso con normalidad y lo más posible es que este año se decida en justicia si es acosador o no.
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“Así, si el escrito de acusación y lo expuesto por el fiscal en la audiencia para su formulación conforma el acto complejo de aquella diligencia, si esa formulación constituye la pretensión punitiva del Estado con los presupuestos a demostrar en el debate oral para proferir el fallo en los términos precisados, y si aquel contiene lo demandado del juez de conocimiento, resulta incontrastable que el mismo en absoluto puede estar afectado de nulidad. Esto por tratarse de una petición formulada al juzgador, la acusación de ningún modo podría ser nula y la «sanción» por su desacierto, por la falta de demostración de los hechos reseñados, constituirá su desestimación en el fallo”, señaló el Tribunal.
“Aquí el incidente de nulidad fue propuesto en el juicio oral y, a su vez, las inquietudes
planteadas por la defensa nunca las formuló en la oportunidad debida, esto es, en la audiencia de acusación. Es ese escenario donde la Ley permite que el ministerio público, la defensa o la víctima hagan las observaciones necesarias, si observan omitidas las exigencias del artículo 337 del C.P.P. Presentarlas después es hacerlo en forma extemporánea”.
¿Una estrategia dilatoria del proceso?
En el pensamiento suspicaz de cualquier entendido del derecho penal podría considerar que la nulidad propuesta es una estrategia dilatoria del proceso para lograr ventaja, pues bien, esto mismo fue lo que planteó el Tribunal al resolver esta apelación, y lo hizo de manera contundente:
“En este tipo de actuaciones, esto es, ostensiblemente infundadas e inconducentes, en absoluto es potestativo sino obligatorio que, el juez, en su condición de director del proceso, con sujeción al contenido del artículo 139 – 1 del Código de Procedimiento Penal, disponer su rechazo de plano bajo una orden que en absoluto es susceptible de recursos, pues ellos claramente tienden a entorpecer o dilatar la actuación, por ende, la Sala deberá abstenerse de pronunciarse”.
Los hechos en que se dio el supuesto abuso
La historia de este presunto delito comenzó en 2016. Según se relata en el acervo probatorio la patrullera Ana Milena denunció que el coronel la asediaba con mensajes de WhatsApp y personalmente. Todo parece indicar que esto se dio hasta el año siguiente, 2017.
La patrullera en la denuncia que presentó a la Fiscalía el 21 de febrero de 2018, dijo que para mediados del año 2016 ella cumplía funciones como secretaria de otro oficial en el Huila, pero por órdenes dadas por el coronel Pinzón Moreno, también le tocó trabajar de manera obligatoria y era asistir a las reuniones en las que lo tenía que ver directamente, al coronel acusado.
Para Ana Milena, su jefe inmediato –para quien cumplía las funciones directas-, le pidió que fuera donde Pinzón con unas carpetas de homicidios, donde se sintió intimidada. Según su relato, esa fue la primera vez que se sintió incómoda. Tras este hecho comenzó a escribirle por WhatsApp insistentemente el coronel.
La patrullera relató en su momento que el oficial la hacía subir a su oficina para que le diera información propia de sus funciones, pero este espacio era aprovechado por él para insinuársele.
Según Ana Milena, él le decía: “que no iba a descansar hasta tener algo con ella”. Así las cosas ella le pedía respeto pero la insistencia no cesaba. Al parecer un audio da cuenta de los momentos incómodos que tuvo que pasar la patrullera, subalterna del Coronel.
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Los mensajes del coronel
En los audios, que en su momento circularon por WhatsApp, el uniformado le dice a la patrullera que no pierde la esperanza de “tener algo” con ella. “Ana, mire, yo no pierdo la esperanza de tener algo con usted”.
-“Y no va a pasar”- le dice ella.
A través de un oficio del 14 de febrero de 2018, dirigido al general Jorge Hernando Nieto Rojas, entonces director General de la Policía, la patrullera expresó con detalles la forma como el Comandante de la Policía en el Huila con estas insinuaciones trasgredía su dignidad como mujer. Nueve páginas fueron suficientes para denunciar al afamado coronel.
La ofensiva no se hizo esperar, según el relato de la Fiscalía la salud física y mental de la mujer de 28 años se vio disminuida ya que comenzó a ser discriminada por compañeros policiales, e incluso, por el sacerdote de la institución.
La denuncia de un teniente
El teniente en retiro, en 2018 comentó en la emisora Blu Radio, que “generó un manto de duda de todos los subalternos” del oficial que cambiara sus secretarías privadas para ordenar que la patrullera Ana Milena Cruz “estuviera prácticamente 24 horas con él”.
El teniente agregó en la emisora que “era de voz populi de todos los que integrábamos el comando de aquellos tipos de insinuaciones o acosos” que tenía el coronel Pinzón hacia la patrullera Cruz, porque él es “una persona déspota, una persona agria, una persona grosera con los subalternos, y con ella tenía un trato evidente. Usted se da cuenta cuando otro hombre está flirteando y está molestando a una chica”.
Según su testimonio, el coronel Pinzón le “ordenaba que estuviese al lado de él. Que hasta para un permiso de dos días ella le debía solicitar a él y no al comandante directo de ella, que es el procedimiento”.
El uniformado también señaló que en la comandancia del Huila pudieron haberse presentado otros casos porque en su oficina “estaban las chicas más bonitas” y las “patrulleras andaban con él para arriba y para abajo”.
Eso fue confirmado por el capitán Álvaro Pinilla, también retirado de la institución por recomendación del coronel Pinzón, pues dijo que en la estación de Policía del Huila generó “suspicacia” cuando el oficial “empezó a cambiar su esquema o el personal que contaba para reemplazarlas por mujeres más agraciadas en el comando. Físicamente se llevaba las mujeres más jóvenes y bonitas”, dijo en la emisora La FM.
El teniente puntualizó: “Me imagino que algunas accedieron, entonces no lo tipificaron como acoso. En atención a que eso les generaba algún tipo de beneficio, tales como permisos, o como lo que uno llamaba relajarse en el servicio”.
Además, indicó que él fue retirado de su servicio por tener “problemas” con el coronel Pinzón, al igual que otros uniformados que presentaron denuncias por acoso laboral.
Por ahora se tendrá que cumplir la orden del Tribunal Superior de Neiva: “Devolver la actuación de forma inmediata al despacho de origen, para que continúe con la audiencia de juicio oral. Además, prevéngasele para que evite dilaciones injustificadas en su curso y aplique los poderes de dirección y corrección que le corresponden”.
