El pasado 5 de diciembre se llevó a cabo la elección de los consejos de juventud en el país, con una abstención de más del 90%, muchos han tildado a los jóvenes de irresponsables, faltos de carácter y criterio por no salir a votar.
Personalmente creo que la abstención es el reflejo de la situación política actual:
Corrupción desproporcionada avalada por los partidos tradicionales.
Ningún compromiso social de los congresistas de partidos tradicionales, votando siempre a favor de reformas lesivas para el pueblo con la excusa que son lineamientos de cada partido.
Abandono estatal a los jóvenes sin políticas de trabajo, educación y menos de proyección laboral.
¿Cuál es la credibilidad de los candidatos a los consejos de juventud de los partidos tradicionales, cuando están siendo avalados por los mismos políticos de cada región que en el caso del Huila lo único que han hecho es cuidar los intereses propios y de sus patrocinadores?
Esta forma de participación política busca perpetuar los comportamientos gamonales de las elites políticas de cada región perfilando a sus futuros líderes que ya desde muy jóvenes venden sus almas para lograr ocupar escaños en estas corporaciones.
La solución para los jóvenes no es ofrecer elecciones para consejos, la solución debe ser de fondo con políticas de educación gratuita, equidad para el acceso a formación profesional, tecnológica y técnica; empleo con remuneración adecuada, escuelas de formación deportiva y artística que puedan potenciar nuevos talentos y el desarrollo de valores como la solidaridad, empatía, compasión y honestidad.
El mensaje que nos envían los jóvenes con estas elecciones es contundente; no creen en los mecanismos de participación política, esta no es la solución para sus grandes problemas y el abandono estatal es una realidad que los golpea.
Los jóvenes no son el futuro de Colombia, son el presente, un presente que urge cultivar para no perder la esperanza del verdadero cambio del país.
P.D: no tildemos a estos jóvenes de irresponsables o generación de cristal, creo que han tenido más sentido común y responsabilidad social, política, ambiental y de defensa de los derechos de las minorías que lo que hicimos nosotros.