El sumo Pontífice habló de su infancia y envió un mensaje de esperanza a “todos los olvidados y abandonados”.
Tras recordar cómo celebraba estas épocas en su infancia junto a su familia, el papa Francisco manifestó que pasará la Navidad en los Hospitales.
«A todos los olvidados, los abandonados, los últimos, y en particular a los niños maltratados y esclavizados». «Me hace llorar y me enfada -dice- escuchar las historias de adultos y niños vulnerables que son explotados».
Reconoció el trabajo del personal de la salud y envió un mensaje a los padres de los niños sanos y les recordó lo afortunado que son, recordándoles que deben dedicarse más a ellos.
«A menudo -dice- no nos damos cuenta de la grandeza del trabajo diario de estos médicos, enfermeras y personal sanitario, y en cambio todos deberíamos estar agradecidos a cada uno de ellos».