La profunda crisis social y económica en que se ha debatido la sociedad colombiana desde décadas atrás, producto de la incoherencia en la aplicación de los instrumentos de la política económica de los gobiernos nacionales, ha obligado a las familias a volverse trabajadores independientes para tener ingresos que conduzcan a satisfacer sus demandas para adquirir bienes y servicios. Estos actores solo escuchan la retórica barata de sus gobernantes que les prometen esta vida y la otra, que les van a colaborar para sacar adelante sus emprendimientos, pero que en realidad no se ha podido masificar las ayudas financieras para desarrollar con éxito sus iniciativas microempresariales. Las famiempresas que solo utilizan menos de cinco trabajadores, ante la imposibilidad de acceder al crédito bancario por el exceso de la tramitología y por las altas exigencias que el sistema financiero del país, no les otorgan los créditos para satisfacer sus niveles operaciones.
Las pequeñas unidades empresariales ante estas dificultades se ven abocados a acudir al mercado extra bancario, que cobra altas tasas de interés que superan el 300% anual. Es algo absurdo e irracional. Y cuando no cumplen los pagos de los intereses diarios que son onerosos, en algunas ciudades del país, estos criminales utilizan medidas persuasivas violentas, inclusive con asesinatos que día tras día generan un rechazo general de toda la sociedad.
El actual gobierno nacional, ha prometido que esta situación se va a corregir a través de préstamos con intereses bajos en el Banco Agrario. Pero desafortunadamente ha sido una retórica barata del sector oficial, porque se siguen exigiendo documentos y exigencias que son imposibles de cumplir por estos sectores vulnerables de la economía. Las negativas que surgen de la falta de información afectarán negativamente el nivel de vida de miles de hogares. Múltiples estudios comprueban que, ante la presencia de un mayor riesgo, las tasas de interés para todos tenderán a subir. Así ha sido la experiencia en otros lugares en donde se hicieron ensayos similares.
Lamentablemente, los llamados a la sensatez de quienes sí saben de estos asuntos han caído en oídos sordos. La única esperanza es que las iniciativas del ejecutivo que ha presentado al Congreso de la República no han generado resultados positivos para estos sectores que todavía se debaten en la más profunda pobreza. No sido posible que se incorporen modificaciones sustanciales para favorecer a estos importantes sectores de la producción nacional. De no ser así, el populismo legislativo puede ocasionar resultados que aumentarán la vulnerabilidad de las familias en estas épocas tan difíciles. Mientras tanto el Banco Emisor ha venido disminuyendo lentamente sus tasas de interés, que a la fecha representan el 11,75%, pero que continúan siendo altas, dado que la tasa de inflación ha venido en descenso desde hace 13 meses, que a la fecha es de 7,16% anual.