DIARIO DEL HUILA, CIUDAD
Por: Hernán Galindo
Fotos: Tatiana Ramírez
Decenas de neivanos han aprovechado las jornadas de protestas contra políticas nacionales y hasta para rechazar el bloqueo de vías para ganarse la plata vendiendo distintos artículos.
Son muchos quienes han salido a las calles a rebuscarse el pan diario para sobrevivir a través de un trabajo informal, que se ha acrecentado por la crisis económica y social que atraviesa la ciudad por cuenta de la pandemia.
Mientras los medios informan de bloqueos de vías, actos vandálicos, enfrentamientos con la fuerza pública en las movilizaciones registradas en diferentes partes del país, en la capital del Huila las personas que viven del día a día han visto salidas, así sea temporales, a sus desgracias económicas.
Ventas en la vía
Y es que vendedores ambulantes y personas que tenían sus negocios en algunos locales que se perdieron por el virus saltaron a las vías viendo en el paro la solución para vender sus productos en la coyuntura dada por las manifestaciones que ha generado una masiva asistencia de personas durante varios días, comprobó Diario del Huila, que ha acompañado las jornadas.
“Este es el único modo en el que cientos de familias se ganan la vida, trabajando honradamente. Ajenos a las orillas enfrentadas. Y las manifestaciones en las vías y las concentraciones recientes en algunos sitios estratégicos de la ciudad han servido de escenario vital para quienes viven del rebusque diario”, comenta Lisímaco Correa, docente que participa en una de las marchas.
En las calles, los desplazamientos, se encuentra principalmente niños, mujeres y adultos hasta mayores ofreciendo agua en bolsa, en tarros, gaseosas, bebidas energizantes, paquetes de comidas rápidas, helados y hasta una que otra cerveza para calmar las altas temperaturas y largos recorridos.
Enrique López es un campoalegruno que aprovechó las protestas reiteradas en Neiva para venirse con una caja de icopor que usa para vender agua y gaseosa, sobre una buena manta de hielo para mantener refrigerado el producto.
Es lo mismo que hace en las fiestas de su pueblo Campoalegre, en las Fiestas del Arroz, que no se han realizado. Conoce el oficio muy bien para así poder llevar dinero a su casa, comenta con entusiasmo.
“Cada que me entero de que hay una marcha me vengo en bicicleta, así me quede lejos, pero es mayor la demanda, las ventas y la ganancia. Aquí tratamos de hacer lo que mejor se pueda para llevar el sustento diario a tierrita, pero no es fácil en medio de esta situación que está pasando el país”, aseguró.
Deyanira Barrios manifiesta que sale a rebuscarse vendiendo pitos y banderas de Colombia para los manifestantes. “A la gente le gusta hacer bulla, hacerse oir, el escándalo, el ruido y entonces les cumplo. Las banderas a 10 mil pesos, como se pueda”, dice.
Para estos vendedores informales las ventas en un día de manifestación y marchas son muy buenas porque les genera un ingreso entre $50 y $100.000, como lo contó Jeison Sanabria, un joven, estudiante de bachillerato que se jornalea vendiendo bebidas hidratantes.
“Es una opción para la emergencia que pasamos en mi familia. El virus, los encierros, que no haya San Pedro y otros eventos populares nos ha pegado duro a nosotros los ambulantes. Un día de movilización deja unos pesitos, y ojalá haga mucho calor. Lo malo ha sido la violencia”, asegura Leovigildo Mora, con un termo rojo colgado al hombro, repleto de agua envasada.
Ellos son la otra cara de las manifestaciones. Se ganan su dinero y a la vez protestan por algunas decisiones que entiende pretende imponer el Gobierno Nacional y los terminaría de afectar económicamente.
Sin embargo, tienen claro que no les conviene la violencia de donde venga y que se afecte la normalidad diaria con la circulación de la gente, “porque vivimos de ellos, de los peatones”.
Oferta en el Parque
En el Parque Santander, lugar preferido de concentración de los movimientos que participan del paro, se encuentra diversidad de ventas ambulantes como de limonada, salpicón, mango biche, tinto, paletas, chontaduro, y claro, también agua, energizantes y gaseosas.
“En toda crisis siempre se pueden encontrar oportunidades y para la muestra estas imágenes que dejan ver a personas dando ejemplo, pues su decisión en el caso de algunos de ellos de salir a las calles implicó embarcarse en un negocio desconocido, conseguir dinero es la necesidad de todo mundo y para eso es necesario aprovechar las oportunidades dadas en diversas circunstancias que se dan en la sociedad”, explica el sicólogo Roberto Méndez.
Las manifestaciones, las filas para la compra de combustible y los lugares de concentración de los movimientos que están en paro son los espacios donde se pueden ver a los pequeños emprendedores que de alguna u otra manera mantienen activa la economía, agrega.
“Una de sus estrategias para poder vender los productos es estar atentos a las programaciones de las organizaciones que convocan las marchas, los lugares de concentración y finalización de las mismas”, señala Humberto Téllez, que vende algodón de azúcar.
Hoy en día, dicen vendedores entrevistados, no es fácil salir a buscar el sustento diario en medio de las dificultades con la pandemia y de la crisis social en la que está sumergida el país.
Luís Fernando Catimay quien ha tenido que caminar bastante en el grueso de las marchas, vendiendo agua, gaseosas y cerveza. En algún sitio deja la provisión y en la medida en que se va agotando el inventario, sale corriendo a abastecerse y a seguir vendiendo antes de que culmine el recorrido de los manifestantes:
“No podemos perder esta alternativa. Sin fiestas pues bienvenidas las marchas. No me importa quién tenga la razón. Lo que necesito es trabajar, producir, conseguir plata para la familia”.
Adicionalmente, muchos de quienes tenían un negocio que cerraron por la emergencia, han optado por vender en la calle porque es más benéfico que trabajar en lugares sin público o en ocasiones por el salario mínimo.
“Yo tenía un restaurante aquí en el microcentro que nos tocó cerrar por la crisis. He pensado que es una buena oportunidad la venta de sombrillas para los marchantes que siempre requieren protegerse del sol”, comenta Rigoberto Cetina.
Hasta la venta del tamal tradicional no puede faltar en cualquier lugar de las concentraciones, más aún a la hora del almuerzo que no cae nada mal a los que han esperado respuestas a sus problemas y reclamos.
También están las camisetas de la selección de fútbol de Colombia que han tenido acogida en las marchas, por eso varias personas han aprovechado la oportunidad para conseguir recursos con ellas.
Destacado 1
Mientras los medios informan de bloqueos de vías, actos vandálicos, enfrentamientos con la fuerza pública en las movilizaciones registradas en diferentes partes del país, en la capital del Huila las personas que viven del día a día han visto salidas, así sea temporales, a sus desgracias económicas.
Destacado 2
“Una de sus estrategias para poder vender los productos es estar atentos a las programaciones de las organizaciones que convocan las marchas, los lugares de concentración y finalización de las mismas”, señala Humberto Téllez, que vende algodón de azúcar.