La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) se mantiene atenta a la evolución del secuestro de una nave carguera en aguas internacionales del Mar Rojo.
Ya el gobierno mexicano informó que la tripulación se compone de 25 personas, entre las que, a partir de información recibida, se encuentran dos de nacionalidad mexicana.
El buque de carga operado por la compañía naviera japonesa Nippon Yusen Kaisha, más conocida como NYK Line, ha sido secuestrado en el Mar Rojo por rebeldes hutíes pro-iraníes cuando se dirigía a la India frente a la costa de Hodeidah, en Yemen. Israel ha calificado el hecho de terrorismo iraní.
La tripulación de 25 miembros incluye búlgaros, filipinos, ucranianos y mexicanos. No hay japoneses ni israelíes a bordo. NYK notificó el hecho al Ministerio de Transporte de Japón alrededor de las 21:30 horas de ayer domingo y a las 8:30 horas de hoy puso en marcha un equipo de trabajo en Tokio para tratar el secuestro.
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Los rebeldes hutíes de Ansar Allah, financiado de Teherán, emitieron un comunicado diciendo que habían capturado en el Mar Rojo, un buque rentado por un empresario israelí como parte de sus acciones de apoyo a la organización palestina Hamás.
En el video, que es una recopilación de diferentes grabaciones, se puede ver a un grupo de hombres armados que se despliegan en la cubierta del barco desde un helicóptero, toman el control y lo remolcan hasta un puerto yemení, escoltado por un convoy de varias naves.
Los rebeldes hutíes son un movimiento de resistencia que nació en oposición a la influencia religiosa de Arabia Saudí en la década de los 80 y está adherido a la rama del islam chií conocida como zaidismo. Según un informe de 2019 del International Crisis Group el grupo está compuesto por entre 180.000 y 200.000 hombres con acceso a armamento.
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