DIARIO DEL HUILA, TENDENCIA
“Con gran tristeza, los funcionarios del Zoológico de Miami han tenido que tomar esta mañana la difícil decisión de sacrificar a ‘Pongo’, una jirafa macho de casi 12 años de edad y 16 pies (4,87 metros) de altura”, informó el parque del sur de Florida en un comunicado.
Zapatos de goma
En septiembre pasado, un equipo multidisciplinario de más de 24 personas logró inmovilizar a “Pongo”, de casi 2.000 libras de peso (907 kilogramos), con dos patas fracturadas, para colocarle unos zapatos de goma hechos a medida y tomarle radiografías, operación que el parque calificó de “reto extremo”.
Contra todo pronóstico, “la inmovilización fue exitosa y el equipo pudo colocarle al animal zapatos personalizados que parecían aliviar el dolor”.
Inicialmente, estas prótesis permitieron que la jirafa caminara normalmente; pero, varias semanas después de la intervención, los zapatos se desprendieron y, en algún momento, volvió a lesionarse.
“Pongo”, que nació en febrero de 2009 en el Zoológico de Denver (Colorado) y llegó al de Miami en noviembre del mismo año, fue inmovilizado de nuevo este lunes para continuar su tratamiento con anestesia, pero hubo que practicarle la eutanasia debido a la gravedad de la fractura que revelaron las radiografías.
Animales difíciles de anestesiar
Las jirafas adultas son de los animales más difíciles de anestesiar por su gran tamaño y altura, y “la muerte, como resultado de no poder recuperarse de la anestesia, es un riesgo grave”, señaló el zoológico al inmovilizarla por primera vez en septiembre.
“Lamentablemente, las radiografías revelaron que en las últimas dos semanas se había fracturado aún más el pie de una manera que impidió que el equipo de Animal Health (Salud Animal) pudiera tratarlo con éxito”, por lo que se tomó la “dolorosa decisión” de sacrificarlo mientras estaba bajo anestesia, detalló el zoológico.
Desde su llegada, “Pongo” se había convertido “en el favorito de innumerables invitados que tuvieron el placer de alimentarlo en nuestra estación de alimentación de jirafas de Samburu. Todos los que tuvieron el placer de conocerlo y el privilegio de trabajar con él lo extrañarán terriblemente”, escribió el Zoo de Miami.
EFEverde