Álvaro Hernando Cardona González
Próximamente votaremos para elegir concejales, alcaldes, diputados y gobernadores nuevamente. Son las elecciones regionales.
Gracias especialmente a la reforma constitucional del año 1986 escogemos por voto popular a alcaldes, gobernadores, concejales y diputados.
Es nuestro deber votar y escoger libremente a los mejores hombres para que nos gobiernen los próximos cuatro años. Nos vamos a manifestar sobre qué estamos pensando para el desarrollo regional y con quiénes queremos hacerlo.
Siempre hemos abogado para que votemos sin presiones (denunciando las dádivas, coacciones, estafas y engaños) y lo hagamos por los que mejor pueden gobernar. Estamos convencidos de que eso implica escoger a quienes son, primero que nada, buenas personas, buenos ciudadanos, por quienes son legales y abogan por la legalidad; en resumen, votemos por buenos seres humanos.
Necesitamos urgentemente en Colombia, gobernantes regionales, que hayan comprobado en su vida privada y pública que son buenos de verdad. Es decir, que hacen el bien, se comportan bien y evitan el mal.
Estimados lectores, por favor, no votemos por quienes han robado o sobre quienes han recaído sospechas de robar, de hacer trampa, de esquivar la ley; no votemos por quienes han sido multados o sancionados disciplinariamente, penalmente o fiscalmente; no voten por el que maltrata a su cónyuge, maltrata a sus hijos y/o vecinos, por quien no mantiene adecuadamente a su familia; preferiblemente no voten por quien no cree en la ética y no la aplica coherentemente; no lo hagan por quien viola el espacio público, por quien presta servicios o hace explotaciones comerciales ilícitamente; tampoco lo haga por quien no paga sus deudas y mucho menos debe impuestos (¡coherencia!).
Recomendación para tratar de acertar: no votemos por quienes han estado en el poder mucho tiempo (son inútiles y no son capaces de trabajar en sus profesiones u oficios para sostenerse. ¿Hoy estamos mal? Pues ya gobernaron y seguimos igual. ¿No creen que sea mejor un candidato que ha trabajado como independiente y generando empresa, que aquél que siempre ha tenido cargo público?
Por favor, estimado lector: mucho menos se le ocurra votar por quien ha asesinado, extorsionado o secuestrado o ha apoyado grupos delincuenciales o los ha integrado. Ya decíamos, seamos coherentes para rechazar el mal; no voten por quien ha promovido la violencia; no voten por el que se ha enriquecido estando en el poder; no vote por el que critica, pero no propone soluciones prácticas y de bien común; no vote por el que promete pero no se compromete; no vote por el que ofrece puestos o contratos y no obras de beneficio común. Votemos por los buenos de corazón.