El Gobierno Nacional ha venido estructurando la venta de siete electrificadoras en el país entre las cuales está Electrohuila. Lo viene haciendo pues considera que es necesario venderlas para lograr recursos necesarios ante el hueco fiscal que no han podido superar desde el gobierno anterior.
El proceso lo inició el exministro Carrasquilla cuando el diciembre 29 de 2020 en primer lugar, le firmó un contrato a los abogados Gomez-Pinzón para que definan cómo, cuándo y el precio al cual pueden vender el paquete accionario de las electrificadoras de Meta, Huila, Caquetá, Nariño, Cauca y Chocó así como la hidroeléctrica de Urrá situada en Córdoba, para entonces el Ministro tasó la venta de todas en 3.8 billones. En segundo lugar, Carrasquilla logró mediante un convenio interadminstrativo que el Ministerio de Minas le cediera las acciones de las siete empresas al Ministerio del Hacienda justificando esta decisión en que la Nación debe centralizar sus activos como lo recomienda la Ocde, con esa jugada se garantizó el manejo de éstas.
Los anteriores antecedentes más los anunciados por el actual Ministro de Hacienda José Manuel Restrepo quien en Junio abrió convocatoria para una contrato de banca de inversión que asesore la “elaboración e implementación del programa de enajenación accionaria” de las mencionadas electrificadoras, ni más ni menos que el paso final para venderlas, han prendido las alarmas de algunas regiones, pero no como se debiera, ya que son fortines político-burocráticos de partidos que están queriendo ser protagonistas de las elecciones.
Lo realmente destacable de esta situación para el Huila es que estamos ante una gran oportunidad, ya tuvimos la experiencia de Betania, no la vendieron en nuestras narices, un negocio tan rentable hubiera sido fácilmente financiable por la banca si los gobiernos de turno se hubieran hecho el propósito de unirse regionalmente y comprarla entre los 37 municipios del departamento, hoy el sol nos alumbraría diferente.
Electrohuila, al igual que Betania en su momento, es un excelente negocio, renta anualmente lo suficiente para poder ahora sí poner de acuerdo a los 37 municipios, el Gobierno Departamental y demás instituciones como las empresas de acueducto no sólo de Neiva si no las de Garzón y Pitalito a que entren al negocio al igual que los particulares en figuras accionarias como se hizo en su momento con Ecopetrol.
No podemos permitir que nos “muten” la posibilidad de hacernos a un paquete accionario que garantize al departamento el manejo y control, como lo tiene hoy el gobierno nacional, de una empresa que a todas luces es el mejor negocio que hoy se vislumbra en el departamento, con un futuro promisorio no solo comercializando energía si no incursionando en otras ramas como el alumbrado público y energías alternativas.
Necesitamos un líder que desde el departamento coordine y concrete una línea de acción con una firma especializada, que se estructure el negocio y se presente cuanto antes una propuesta al Gobierno Nacional, de otra manera estaríamos dándole una segunda oportunidad a que multinacionales vengan y se apropien de negocios que claramente pueden estar en manos de nosotros, los propios huilenses. Se trata simplemente de “Un Acuerdo Para Vivir Mejor”…