Gloria Camargo
La cárcel La Picota en Bogotá ha sido objeto de múltiples denuncias por presuntos beneficios otorgados a los presos, además de fiestas dentro del centro penitenciario. Ante esto, el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario de Colombia (Inpec) ha adelantado varios operativos en los que han incautado elementos que están prohibidos en los Establecimientos de Reclusión del Orden Nacional (Eron).
Este domingo 16 de abril, durante la jornada de visitas en la cárcel, los guardianes lograron interceptar a una mujer que intentaba ingresar al pabellón de extraditables con una barriga falsa de embarazada. La mujer, que se encontraba en calidad de visitante, intentaba aprovechar los beneficios que suelen tener las mujeres gestantes en algunos lugares, incluyendo la precaución que suelen tener las autoridades para no lastimar de alguna forma el vientre de una embarazada.
El plan de la mujer fue descubierto gracias a la sospecha de un guardián, quien cuestionó la forma y el volumen de la barriga. Durante una de las requisas, se verificó que el embarazo que presumía era falso y se trataba de una prótesis de silicona utilizada para simular el vientre en estado de gestación.
Dentro de la barriga falsa, la mujer transportaba 17 elementos en total, entre ellos cuatro teléfonos celulares, cuatro cargadores, cuatro cables USB, audífonos, dos bolsas plásticas con líquido –que posteriormente, se confirmó que era aguardiente– y dos chocolatinas de marca Hershey’s.
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La detenida fue puesta a disposición de las autoridades y se enfrentará a cargos por intento de ingreso de elementos prohibidos en la cárcel. Este hecho evidencia una vez más la complejidad y los riesgos que existen en la seguridad de los centros penitenciarios, y la importancia de la labor de los guardianes en la prevención de situaciones como esta.