Lo triste es que la fuerza pública no puede intervenir para abrir la vía, por orden presidencial. Falta autoridad. Definitivamente estamos secuestrados y sufriendo la acumulación de basuras por culpa de estos desadaptados sociales que solo buscan crear caos y destrucción a la infraestructura productiva del país. para solucionar parte de sus peticiones. El día anterior desde esta tribuna, afirmábamos que desde que asumió la presidencia de Gustavo Petro Urrego, la sociedad colombiana empezó a llenarse de optimismo porque se terminaban las diferentes alteraciones del orden público, que había provocado como estrategia para ganar las elecciones el pasado 19 de junio. Era tal la esperanza porque por primera vez un candidato de la izquierda llegaba a la casa de Nariño.
Efectivamente los primeros tres meses de su mandato se convirtieron en un oasis para las familias colombianas, porque dejábamos atrás esa violencia irracional promovida por estos sectores de la izquierda, que destruyeron parte de la infraestructura productiva, y que durante meses tuvimos que soportar bloqueos y enfrentamientos con la fuerza pública, cuyos resultados fueron lamentables por la pérdida de vidas, lesionados y daños materiales.
Hacemos una convocatoria pública a la cordura y a la sensatez a los integrantes de esta protesta social, para que no se vuelvan a presentar estas vías de hecho. Aunque son justas sus demandas sociales, hay que tener en cuenta que la afectación al bienestar de las familias huilenses y a las empresas es un problema mayúsculo por el impacto sanitario que los afectan. Se deben buscar los mecanismos de dialogo. Es el mejor camino o expedito para lograr satisfacer sus problemáticas. No podemos desconocer la institucionalidad. Cuando se estaba terminando de escribir este editorial, se logró transitoriamente un acuerdo para reestablecer la circulación de los vehículos recolectores de basuras. No se puede volver a repetir este accionar detestable que afecta el bienestar de la sociedad huilense.