De acuerdo con los datos proferidos por el Dane en su boletín publicado el día anterior, la sociedad colombiana empieza a recibir una grata noticia, porque se empieza a reducir la tasa de inflación durante el mes de abril del presente año, ubicándose en el 12,82%, moderándose frente al 13,34 % reportado en marzo. De esta manera, este indicador bajó por primera vez luego de meses al alza. Estos resultados del índice de precios al consumidor (IPC), ratificaron lo que los analistas del mercado esperaban: la disminución de la inflación desbordada que teníamos desde inicio del año anterior. Sin embargo, este indicador está afectando el consumo.
Tanto a finales del 2022 como a comienzos del 2023, los alimentos fueron los que mantuvieron la presión inflacionaria más alta, pero para este mes tuvieron una variación negativa, favoreciendo a que este indicador cediera. Pero desafortunadamente las familias cuando acuden a hacer mercado en los centros de distribución de alimentos encuentran los precios totalmente desbordados, lo cual genera una desconfianza en la forma como recolectan la información en las fuentes primarias en las plazas de mercado. Así, el sector que más está aportando a la inflación es el alojamiento, agua, electricidad y gas, con 0,35 por ciento; es decir, los arrendamientos. Este sector aporta la mitad de la inflación de ese mes, seguido por transporte (0,17) y restaurantes y hoteles (0,11). Según el Dane, la variación mensual de abril de este año es 0,78 por ciento frente a 1,25 en el mismo mes del 2022.
En la medición anual, Cúcuta es la ciudad que registra los niveles más altos de inflación con 15,37%. Le siguen Sincelejo (14,03%), Cartagena (13,7%), Montería (13,58%), Tunja (13,4%) y Valledupar (13,4%). Las menores variaciones se registraron en Villavicencio (11,77%), Ibagué (11,92%), Florencia (12,29%), Pereira (12,41%) y Neiva (12,53%. Mientras que en Bogotá el indicador anual cerró en 12,82% en abril, igual que el total nacional.
La economía global está bajo ataque de una inflación indómita y un ritmo inusual en la subida de las tasas de interés, situaciones nocivas para la recuperación de los países. Colombia no es ajena a este fenómeno económico. El Banco de la República dio su informe al Congreso y aceptó que solo hasta bien entrado 2024, la variación de precios volverá al rango estimado de entre 2% y 4%, lo que quiere decir que el presente cuatrienio estará regido por dinero caro, precios altos y nada de grado de inversión, caldo de cultivo para que el dólar campee por encima de los $4.500. Lo más grave es que la naturaleza de las presiones inflacionarias golpea con más severidad a los hogares más desfavorecidos, que destinan la mayor parte de sus gastos a los alimentos y productos básicos.